«No vayan a declarar a Viedma…»

NEUQUÉN (ACE) – «No vayan a declarar a Viedma…». La advertencia se la hizo un desconocido a Carlos Lima en su casa de Plottier, una semana antes de ir a los tribunales federales de Viedma, para efectuar el reconocimiento de quienes los detuvieron y golpearon en Sierra Grande, y luego los trasladaron a la capital rionegrina para dejarlos en la Comisaría Primera, donde sufrieron torturas y vejámenes, junto a otras víctimas de la represión.

Pese a la temeraria amenaza Lima, junto a Daniel Avalos, cumplieron la diligencia judicial en Viedma, la primera semana de este mes. Lima relató que quien le hizo esa advertencia era un hombre alto, que se bajó de un auto y tras amenazarlo subió al vehículo, donde había otra persona, y se fue.

Dijo estar seguro que era un Chevrolet Corsa, nuevo, negro, sin patente en la parte trasera, que lo estuvo «rondando» en Plottier días antes de que regresara a Viedma para la rueda de reconocimiento del grupo de tareas que lo secuestró y torturó.

«Fue una semana antes de que fuera a declarar: daba vueltas y vueltas… -por su casa-. Inmediatamente llamé a la Policía Federal de Neuquén y ellos le avisaron a la policía de Plottier donde se sorprendieron de tener en Plottier a un conocido que era desaparecido», dijo Lima.

Aseguró que la policía de la localidad vio el auto y lo siguió, pero que no lograron identificar a sus ocupantes.

«Cuando regresamos a Viedma ahora, íbamos a hacer el reconocimiento el miércoles pero terminamos haciéndolo el jueves; y por eso una de las (empleadas) que escribe nos dijo que no saliéramos a ningún lado, nos dieron a entender que no anduviéramos en ningún lado ni fuéramos al periodismo, para no levantar la perdiz», dijo Lima.

-¿Por qué? -Se le planteó.

-«Y, porque se trata de gente que no conocemos: a lo mejor nos conocen por ahí, nos levantan y nos pegan un cuetazo; porque somos los únicos testigos de la causa», interpretó Lima.

Avalos y Lima recordaron que «la primera vez que fuimos -a Viedma, a mediados de año- nos dijeron: chicos cuídense porque ustedes son los únicos que han dado la cara, es peligroso. Fíjense lo que ha pasado con López (Jorge Julio, el testigo clave en el juicio contra el ex jefe policial, condenado, Miguel Etchecolatz)».

Avalos aclaró que en ningún momento se trató de intimidaciones, sino que el diálogo fue parte de la conversación con una secretaria de la Cámara Federal, al término de la declaración que realizaron. Pero a Lima, quien resultó con serias secuelas físicas como consecuencia de los golpes y la tortura en las comisarías de Sierra Grande y Primera de Viedma, la recomendación no le dejó de dar vueltas en la cabeza.

El temor a veces se vuelve a apoderar de él, en especial desde que confirmó su declaración tras la reapertura de la causa. Y este nuevo episodio no hace más que profundizar su preocupación.


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