Nonnenmacher no se olvidó de manejar

CATAMARCA (Especial).- ¿Cuántas cosas habrán pasado por su cabeza en el momento de la coronación? No era un triunfo más, tampoco una carrera cualquiera. El denominado «Rally del Poncho 2000», que se disputó por caminos aledaños a Catamarca y finalizó ayer, marcó la vuelta a la actividad del rionegrino Miguel Nonnenmacher, después de un grave accidente y una prolongada inactividad. Y lo hizo de la mejor manera, con una victoria espectacular en el Grupo N-3, como para ratificar que mantiene intacta su calidad de manejo.

Después de una dura lucha con el huinculino Alejandro Cancio y el local Leonardo Nazareno, terminó consiguiendo una victoria que tiene un sabor especial.

Mil y una sensaciones debe haber vivido el «Nene» en su reaparición, porque construir el nuevo auto no fue tarea fácil. Si demoró tanto, que hasta se perdió las dos primeras carreras.

No importó la ventaja que dio, porque volvió y con todo. El triunfo, más la baja de algunos rivales, le permitió prenderse de movida en la lucha por el título.

Ya se apuntó que mucho tuvo que mover las manos el piloto reginense para llegar al triunfo. En el primer especial se quedó Cancio, quien lo escoltaba, pero entró en escena Nazareno para obligarlo a extremar recaudos para cuidar el liderazgo.

Así, se dio una carrera que Nonnenmacher recién terminó definiendo en la tercera pasada al especial de La Aguada-Los Varela, de más de veinte kilómetros. Allí, y a falta del superprime final, sacó una diferencia decisiva. Sólo un imponderable podía privarlo de la victoria.

El piloto del Renault Clío Williams manejó con la punta de los dedos en los últimos dos mil quinientos metros de carrera y llevó a la victoria a un auto que se armó con esfuerzo en un taller de Roca, hasta sacrificando muchas horas de sueño para poder llegar a tiempo a Catamarca.

Pasó el rally de Catamarca, tal vez uno de los desafíos más grandes que tuvo que afrontar como piloto Nonnenmacher.

Volvía después de mucho tiempo y habían aparecido en las primeras carreras varios pilotos que prometían ser muy duros.

Muy rápido se quedó el puntano Fernando Ruiz, mientras que el santafesino Sergio Germani nunca pudo darle alcance.

Sólo estuvo un escalón más arriba en la primera etapa otro regional, como Alejandro Cancio. Un tumbo al término de la jornada sabatina y la prematura rotura del auto ayer lo marginaron de la lucha.

Nonnenmacher cantó victoria en Catamarca y ratificó que, en condiciones normales, podrá luchar por el título del Grupo N-3.

Suriani hizo podio en su regreso

CATAMARCA (Especial).- El cipoleño Wálter Suriani tuvo un auspicioso debut en el Grupo N-4 del certamen argentino de rally, al conseguir la segunda posición en la prueba que finalizó ayer en Catamarca.

Más allá de los más de dos minutos que le sacó el ganador, el cordobés Gabriel Raies, fue positiva la aparición del cipoleño con su Subaru Impreza, en función que fue su primera experiencia con un auto de tanta potencia.

El trabajo de Suriani fue de menor a mayor y en algunos tramos especiales quedó muy cerca de la punta, aunque no pudo ganar ningún especial.

Sin dudas, la regularidad que mostró fue el mayor mérito del triple campeón argentino, que en su primera experiencia en el Grupo N-4 ya se dio el gusto de subir al podio, además de ganar en la división de particulares.

La lucha por la punta en esta división fue patrimonio exclusivo de Marcos Ligato, hasta que abandonó, y el afamado Raies.

Y vaya si le dio trabajo Ligato a Raies. Recién cuando el joven piloto tuvo problemas en su auto, en la segunda pasada por el tramo La Aguada-Los Varela, recién «Satanás» pudo respirar tranquilo.

Los últimos especiales fueron un paseo para Raies, porque su primer lugar no corría peligro. Le había sacado una buena ventaja a Suriani, y más aún al tucumano Roberto Sánchez, dueño de una formidable recuperación en la segunda etapa, que lo llevó del undécimo puesto al comenzar la actividad al tercero en el cierre.

En relación con la clasificación general, el ganador una vez más resultó el cordobés Jorge Raúl Recalde, quien exhibió a la hora de acelerar a pleno la potencia de su Ford Escort del Grupo A-8, el único que compite en el rally nacional.

«Fue una buena experiencia, aunque habrá que trabajar mucho más para pelear por la punta», reconoció el cipoleño Suriani a la hora de las palabras.

Ya en tema, señaló que «el equipo se lleva el auto a Almafuerte, al taller de los Barattero. Creen que hay algo que no quedó bien, porque en las partes rápidas se lo nota lento».

Igual, comentó que «es mi primer contacto con el auto, para mi andaba bien, aunque me «garrotearon» lindo en la primera etapa. Por eso, van a hacer un repaso general para saber dónde estamos parados. Acá, el que estuvo en otra dimensión fue Ligato. Hasta que se paró no había forma de ganarle».


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