Nuevas tendencias comerciales a tener en cuenta en este destino

Sobre el mercado interno existen muchas verdades reveladas.

Pero la lógica que imprimen las frías estadísticas del comercio frutícola da cuenta que muchas de ellas poco tienen que ver las conductas que presentan los mercados.

Varios son los puntos para tener en cuenta se reflejan del informe elaborado por Consultora MAG.

– En el esquema tradicional de comercialización existen dos pasos bien definidos. El primero de ellos es el proceso comercial que lleva la fruta desde la chacra hasta el mercado concentrador (en general, precios logrados por la oferta y demanda). El segundo, es cuando la caja sale de este último punto y llega a las góndolas de supermercados y fruterías (cotizaciones finales impuestas por la oferta).

– Los márgenes económicos (ME: precio minorista versus precio mayorista) son mayores en los períodos de cosecha o inmediatamente después de ella.

– Los ME son mayores en las manzanas de calidad comercial que en las de calidad elegido.

– Estas mismas tendencias sobre las peras.

– Las peras logran ME mayores que las manzanas.

Cuando se desglosan los datos de la cadena comercial se puede observar que los márgenes de los supermercados son menores que los que presentan las fruterías.

Esto se debe fundamentalmente al bajo nivel de rotación que tienen las grandes cadenas respecto de las pequeñas superficies, lo que determina que las primeras tengan mayores pérdidas que las segundas.

El trabajo de Consultora MAG refleja en este sentido que los beneficios logrados por los supermercados durante 2016 fueron mayores en la fruta elegida respecto de la comercial.

Por otra parte, del total de la facturación en el mercado interno durante todo el 2016 algo más de 3,35 miles de millones de pesos (38%) correspondieron a manzana de calidad elegida, alrededor de 3,30 miles de millones de pesos (38%) a manzana comercial, cerca de 1,44 miles de millones (16%) a pera elegida, y 731 millones de pesos (8%) a pera comercial.

Es importante destacar que los supermercados colocan los precios finales en góndolas según políticas propias que le permiten maximizar sus utilidades. Mucho tiene que ver el tipo de local, su ubicación, la demanda de pomáceas, de frutas alternativas y volumen ofertado en el MCBA.

Dato clave