Nuevo peritaje al llamado de Carrascosa a la ambulancia

La medida ordenada por el fiscal Molina Pico se lleva a cabo en el edificio Centinela de Gendarmería. El objetivo es determinar si son Guillermo Bártoli e Irene Hurtig los que se escuchan de fondo en la cinta.

Buenos Aires (Télam).- Guillermo Bártoli, cuñado de María Marta García Belsunce y procesado por encubrir su crimen, acusó hoy al fiscal Diego Molina Pico de realizar un peritaje de sonido de una llamada teléfonica con el solo fin de «buscar causar algún efecto extrajudicial en los medios de comunicación». Una hora antes de la realización del peritaje en el edificio de Gendarmería, que comenzó a las 10, Bártoli presentó un escrito ante el tribunal oral de San Isidro que juzga a Carlos Carrascosa, en el que asegura que la medida es «improcedente» porque él no está imputado en ese proceso. A pedido de Molina Pico, esta mañana se realizaba un nuevo peritaje sobre la grabación de una llamada telefónica en la que el 27 de octubre de 2002 a las 19.07 Carrascosa pide una ambulancia para su esposa y detrás se escucha una voz masculina y otra femenina. El fiscal quiere que se «filtre» el audio y que se compare el timbre de la voz masculina con la de Bártoli porque sospecha que el cuñado estaba en ese momento en la casa de Carrascosa y que dio una orden que no se comprende bien. En la misma cinta, se escucha también el sollozo de una mujer que el fiscal cree que es Irene Hurtig, hermanastra de la víctima, y la defensa de Carrascosa afirma que es la masajista Beatriz Michelini. En su presentación de esta mañana ante el Tribunal Oral en lo Criminal 6 de San Isidro, a la que accedió Télam, Bártoli afirmó que la pericia «resulta manifiestamente improcedente y obviamente nula» en lo que concierne a su participación. Remarcó, además, que no fue notificado de la medida para preservar su derecho de defensa y que «sin perjuicio que la calidad de la grabación y el nivel de esos sonidos tornan sumamente dificultoso comprender lo que esas voces dirían, no resulta un hecho controvertido» su presencia en el lugar. «Precisamente, cuando mi cuñado Carlos Carrascosa lo realizaba, allí nos encontrábamos junto a Beatriz Michelini tratando de reanimar a María Marta. También llegó al lugar mi esposa Irene Hurtig, quien instantes después se retiró en búsqueda de un médico», señaló. Por esa razón, según Bártoli, «esto no es en absoluto novedoso, por lo que no puede menos que sorprender que el señor fiscal solicitara la medida». El cuñado de María Marta acompañó parte de las declaraciones que él y su esposa prestaron en la causa en 2002, en las que contaban que llegaron a la casa cuando Carrascosa llamaba a la ambulancia. Hurtig destacó, en esa oportunidad y el pasado miércoles en el juicio oral, que cuando llegó a la casa, su esposo le daba masajes cardíacos a María Marta y gritaba «Vamos María, vamos María», mientras que Carrascosa declaró que mientras la masajista le hacía respiración boca a boca, llegó Bártoli. «En síntesis, en el expediente instruido por Molina Pico consta que tanto Irene Bártoli, Beatriz Michelini y el suscripto (Bártoli) nos encontrábamos junto a Carrascosa cuando éste efectuó su llamado», remarcó Bártoli. Y agregó que la solicitud del fiscal «demuestra que no ha leído detenidamente la única causa que ha debido tramitar a lo largo de todos estos años, lo que cuesta creer, o bien busca causar algún efecto extrajudicial en los medios de comunicación, práctica a la que lamentablemente nos ha acostumbrado».


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