Nuevos navegadores para el smartphone

Se llaman Opera, Dolphin o Firefox, y han sido diseñados para hacer más rápida, más segura y más cómoda la navegación por Internet en smartphones. Pero quien instale navegadores alternativos en su teléfono inteligente o en su tableta, primero debe acostumbrarse, si bien luego descubrirá que el programa hace más fácil la navegación.

En laptops y ordenadores de escritorio, la instalación de navegadores alternativos es conocida ya desde hace tiempo. Sólo en Alemania, según las estadísticas, un 47 por ciento de los usuarios utiliza Firefox, el 25 por ciento usa el Internet Explorer (25 Prozent), el 17 por ciento lo hace con Chrome, el 6 por ciento usa Safari y el 3 por ciento prefiere Opera. Por el contrario, en los smartphones la mayoría usa el navegador preinstalado: el 46 por ciento el standard de Android y el 32 por ciento Safari de iOS. Lo que ellos ignoran es que para los teléfonos inteligentes hay disponibles ya desde hace tiempo programas alternativos muy fáciles de instalar.

“En todo caso vale la pena”, dice el especialista Rainer Hattenhauer, que ha escrito ya varios libros sobre el tema. “Muchos navegadores poseen pequeños trucos que hacen que la navegación sea mucho más cómoda”, añade. Por ejemplo, la versión de Firefox para Android, tal como muchos otros navegadores alternativos, respalda la navegación con pestañas, con lo cual el usuario puede conmutar rápidamente entre varias páginas abiertas. “Navegar con Firefox es tan fácil como un pellizco en la pantalla”, dice Hattenhauer. “Me paseo entre las pestañas como si fueran un montón de cartas de naipes”.

También la versión móvil de Opera para Android está provista de pestañas. Este programa noruego lleva también una pantalla de inicio programable, recurso ya conocido en su versión para escritorio. Al abrir el programa aparecen hasta nueve páginas favoritas por las que se puede navegar directamente con los dedos. La versión Opera Mini, que existe también para el iPhone, promete una navegación más ágil sin conexión directa, porque las páginas llamadas son comprimidas en el servidor de Opera antes de ser enviadas al celular. También tiene buena difusión Dolphin, del cual hay también versiones para ambos sistemas operativos. Tal como otros navegadores, puede ser ampliado con complementos que, entre otras cosas, pueden modificar la interfaz gráfica o añadir funciones para hacer imágenes espejo o leer archivos PDF. Dolphin está también provisto de una función de manejo por voz.

Chrome para Android y para iOS puede ser sincronizado con el navegador PC del mismo nombre. El usuario sólo necesita dar su contraseña de su cuenta en Google para tener vía libre a través a todos los datos almacenados en su teléfono móvil. El navegador estándar de Android no es idéntico con Chrome aunque el sistema operativo y el navegador procedan a ambos de Google. No obstante, los expertos esperan que ello cambie en las futuras versiones de Android.

Un buen argumento para los navegadores alternativos es su alta seguridad, porque eventuales vacíos en los navegadores estándar no suelen ser corregidos o lo son mucho más tarde, señala Matthias Ritscher, del Instituto alemán Fraunhofer de Seguridad Informática en la ciudad de Darmstadt. Esto es, porque para ello se necesita actualizar el sistema operativo entero: “Los fabricantes de teléfonos móviles raramente ponen a disposición actualizaciones o parches de seguridad”, dice. Por el contrario, ello es mucho más fácil para los navegadores alternativos, que son actualizados constantemente por sus desarrolladores, tal como otros apps. Para el iPhone y el iPad hay algo muy especial: “También los navegadores externos usan siempre bajo iOS el motor básico de Safari”.

Dolphin, Chrome, Opera y otros navegadores están siempre a disposición para ser descargados gratuitamente desde las tiendas iTunes App Store o Google Play Store. Es conveniente instalarlos como navegador estándar, pues entonces el smartphone abre también a la izquierda el correo o los documentos. En Android, el usuario puede elegir mediante un clic con qué programa lo abrirá en el futuro. Si se quiere retroceder esta decisión, basta con hacer uso del recurso “Administrar aplicaciones”, donde todo app incluye en el menú el punto “Borrar ajustes estándar”. Esta posibilidad, no obstante, no existe en iOS.

La enorme oferta dificulta la elección de un navegador alternativo. Hattenhauer aconseja al usuario orientarse simplemente por sus preferencias pues, dice, “no suele haber grandes diferencias entre las distintas interfaces de usuario”.

En todo caso, el experto en seguridad Ritscher desaconseja instalar cualquier navegador sin pensarlo dos veces, especialmente si procede de un fabricante desconocido. “Es difícil discernir si el programa es realmente fiable”, dice. En la elección de un navegador el especialista aconseja mayor precaución que con cualquier otra app. No hay que olvidar que el usuario confía al programa contraseñas y muchas otras informaciones sensibles.


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