Nuevos sonidos en el quinto disco de Javier Malosetti

El bajista volverá a Neuquén para presentar su último disco, "Onix", un trabajo en trío en el que "predominan las atmósferas y una nueva

El bajista y compositor Javier Malosetti acaba de sacar a la venta el quinto disco de su carrera solista, «Onix», en el que «predominan las atmósferas y una nueva concepción de sonido». Con este trabajo Malosetti volverá a Neuquén, donde dará un concierto el viernes 20 de este mes a las 23.30 en el Cine Teatro Español junto al trío que conforma con el pianista Andrés Beuwsaert y el baterista José María Taveira.

«En relación con los discos anteriores este tiene una instrumentación bastante novedosa, con una predominancia de atmósferas y una nueva concepción de sonido, pero más allá de eso sigo en la senda mía en la que confluyen el blues, el soul, el jazz y bastante polenta roquera», aseguró Malosetti, que en «Onix» toca bajo, guitarras y batería.

«Este disco ya no tiene formato de quinteto, entonce imperan más las guitarras o el bajo y por otro lado usé texturas sonoras nuevas, hay máquinas, sintetizadores, secuencias, por ahí aparecen baterías electrónicas, con la idea de jugar un poco con distintas formas», contó uno de los bajistas más creativos y sólidos de la escena local, hijo del legendario guitarrista de jazz Wálter.

Habiendo abandonado la formación de quinteto desde hace ya más de un año, Malosetti trabajó en este disco con su trío base, que completan el tecladista Beuwsaert y el baterista Pepi Taveira, y sumó una serie de invitados de lujo como su padre Wálter, Pappo, los tecladistas Claudio Cardone y Rafa Arcaute, el trompetista Luis Nacht, Pablo Puntoriero en saxo tenor y Juan Scalon en trombón.

«En el quinteto los vientos (saxo y trompeta) estaban siempre tocando la melodía delante de la canción, mientras que en Onix por más que aparecen los vientos en algunos temas lo hacen como sección, atrás, acompañando, sumando y esto genera una nueva sonoridad», destacó.

Por otra parte, Malosetti dejó hace cerca de un mes la banda de Luis Alberto Spinetta, en la que fue el bajo durante ocho años consecutivos y con la que grabó 8 discos, para dedicarse de lleno a su propia carrera.

«Spinetta es una gran influencia, lo que más aprendí de él fue el modo de desarrollar una canción, la forma de trabajo, la manera en que estructura un tema y le entrega a cada instrumento su parte», relató.

«Cuando se habla de Spinetta hay un mito que dice que crea una música impresionante porque se junta para tocar con monstruos como el Mono Fontana o Leo Sujatovich y eso es absolutamente falso porque toda esa armonía tremenda y la forma musical que tiene de componer ya está presente desde que te muestra la primera vez la canción con la viola; el tipo ya lo tiene todo pensado y resuelto aun cuando todavía no tenga la letra de la canción, el laburo musical es todo suyo», redondeó.

«Onix» es una producción independiente que Malosetti sacó bajo su propio sello, O-Day Music, y que tendrá distribución en todo el país de las empresas Nueva Dirección de Cultura y Epsa Music.

«El sello es mío y lo uso para sacar mi música. Trato de evitar que el productor de la discográfica venga a pretender meter su cuchara en mi trabajo y de esta forma tengo un control más amplio no sólo de lo artístico sino con el destino posterior del disco, cuánto va a distribución, a dónde, cuántos discos me quedo yo para vender en las presentaciones, etcétera», contó.

Además de la salida de su disco, Javier Malosetti estuvo trabajando en la mezcla de sonido del próximo trabajo discográfico de su padre (con quien comparte baterista), que en los próximos meses saldrá a la venta, y en el que participa en cuatro temas.

«La idea de hacer un disco en dúo con mi viejo es algo que venimos pensando hace tiempo y que en algún momento vamos a hacer, pero ahora se dio así, en vez de hacer uno juntos cada uno hizo el suyo: él participó en el mío y yo en el de él», contó sobre un proyecto que padre e hijo se prometieron varias veces.

«Pienso que el disco juntos lo tenemos que hacer en cualquier momento, pero también pienso que no va a ser un disco de estudio, sino que tiene que ser algo que salga de una, sentarnos a tocar y grabar, porque ese es el modo como nos comunicamos musicalmente; lo mejor sería armar algunas fechas juntos en un local chiquito, con buen sonido, casi una sesión íntima y registrar ahí el material para después sacarlo en disco», finalizó. (Télam/AN)


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