Obama admite que falló como líder en las elecciones
Hasta sus más leales le expresan “la frustración”.
El presidente de Estados Unidos Barack Obama admite que falló como líder y que no ha sabido “persuadir” a la mayoría de los norteamericanos en las elecciones legislativas del pasado martes.
En confesiones al programa de la CBS 60 minutos que será emitido hoy en Estados Unidos, el jefe del Ejecutivo de EE.UU. defiende su programa político y reconoce que ha tenido un problema de “comunicación” desde su llegada a la Casa Blanca.
“Creo que ha sido, en efecto, un fallo en la manera de ejercer el liderazgo”, se sinceró Obama con el periodista Steve Kroft. “El liderazgo no consiste únicamente en aprobar leyes. No he sido capaz de defender mis argumentos de manera que la gente los pueda entender”, asegura.
Kroft le pregunta a Obama por la creciente percepción, sobre todo entre sus más ardientes seguidores, de que ha perdido la fuerza para comunicar e inspirar que tanto exhibió en la campaña. La mayoría de los norteamericanos lo consideran un líder distante y despegado.
“Creo que en estos dos años hemos estado tan ocupados y centrados en hacer tantas cosas que al final hemos dejado de prestar atención al hecho de que el liderazgo no es sólo lograr que se aprueben las leyes”, recalca Obama. “El liderazgo es también una cuestión de persuadir a la gente, de darles la confianza y unirles de alguna manera”.
El liderazgo, palabra de Obama, consiste también en “marcar el tono” y en decir las cosas claras, y ahí es donde ha pinchado. El presidente reconoce que hasta sus más leales seguidores le han expresado recientemente “su frustración” por no haber sido capaz de explicar sus logros y marcar la pauta política desde la Casa Blanca.
Aunque no estaba en el guión, Obama no se arrepiente de haber usado la palabra “paliza” para definir la derrota electoral del martes, pese a que los demócratas lograron al menos retener la mayoría en el Senado. El presidente define los resultados como «una cura de humildad» y promete hacer un esfuerzo mucho mayor para llegar a acuerdos con los republicanos.
Ahora, a la luz de los benignos resultados sobre la creación de empleo (151.000 en octubre) y en respuesta implícita al portavoz republicano en el Senado Mitch McConnell (que dejó claro que su objetivo será destronar a Obama en 2012), el presidente lanzó un mensaje rotundo: “Nuestro futuro depende de que seamos capaces de dejar de lado la política para resolver los problemas… Vamos a preocuparnos por la próxima generación, y no por las próximas elecciones”.
En su primera lectura de los resultados, Obama reconoce la necesidad de pactos para superar la crisis y recuperar el empleo, y adelanta una hoja de ruta para los próximos dos años.
Está dispuesto a negociar partes de la reforma sanitaria, como la previsión 1009 sobre pequeñas y medianas empresas y, para reducir el déficit, ha nombrado una Comisión bipartidista. Todo indica que, si se respetan algunas líneas rojas fundamentales de sus grandes proyectos (sanidad, regulación financiera), habrá margen para el compromiso, según se desprende de las últimas declaraciones del presidente Obama. (Fuente: El Mundo y agencias)
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