Obispos de la Patagonia piden más diálogo

Reclaman una actitud solidaria permanente.

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NEUQUÉN (AN).- Los obispos de la Patagonia convocaron a acentuar el diálogo en la Argentina porque “nadie es dueño absoluto de la verdad” y para construir “una vida más digna para todos necesitamos el consenso, la confianza, la corresponsabilidad y la unión”. En el mensaje pascual de este año, los representantes de las diferentes diócesis de la región afirmaron que “en los distintos niveles de la sociedad argentina y de nuestras provincias patagónicas observamos una preocupante actitud de falta de diálogo” y esa situación se advierte “en lo familiar, en lo eclesial, en lo laboral, en lo educativo, en lo deportivo, en lo político”. El mensaje, difundido ayer, está firmado por los obispos de Neuquén, Virginio Bressanelli; del Alto Valle de Río Negro, Marcelo Cuenca; de Comodoro Rivadavia, Joaquín Gimeno Lahoz; de Viedma, Esteban Laxague; de San Carlos de Bariloche, Fernando Maletti; de Río Gallegos Juan Carlos Romanín y el obispo de la prelatura de Esquel José Slaby. También lo suscriben el obispo auxiliar de Río Gallegos Miguel Ángel D’Annibale y los obispos eméritos Miguel Hesayne (Viedma), Marcelo Melani (Neuquén) y Néstor Navarro y José Pedro Pozzi (Alto Valle). “La falta de diálogo dificulta o impide el compromiso de trabajar juntos por el bien común, y a la vez, produce rupturas que defraudan la esperanza del futuro que aguarda la sociedad”, dice el documento. Los obispos incluyeron cuatro preguntas para la reflexión. “La situación del medio ambiente. ¿Lo explotamos impunemente o lo cuidamos como la casa de todos?”, dice la primera. “Los problemas del acceso a la tierra y la vivienda. ¿Negocio inmobiliario o derecho social?”, agregan en la segunda. “Las controversias sobre el desarrollo de la megaminería y su excesivo uso de agua. ¿Producir a cualquier precio, aceptando el principio inmoral de que el fin justifica los medios?”, interrogan en la tercera. “La situación de los sectores más carenciados: salud, educación, trabajo , seguridad y justicia. ¿Derecho de todos o privilegio de unos pocos?”, rematan en la cuarta pregunta. “Como iglesia es urgente que impulsemos la solidaridad como actitud permanente de encuentro, hermandad y servicio que ha de manifestarse en opciones, gestos visibles, principalmente en defensa de la vida y de los derechos de los más vulnerables y excluidos”, destacan. “Llevemos a todos la esperanza y convicción de que es posible y necesario trabajar juntos, con espíritu fraterno, en un diálogo respetuoso y fecundo , que haga posible el crecimiento y el desarrollo de una vida digna en Jesucristo”, concluyen.


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