Objetos y derivados del arte

Con carbonillas estampadas en objetos de uso diario, Valeria Fiala nutre contacto de observadores con su obra artística. Un vínculo iniciado con diseños al servicio de otros creadores que fue confluyendo en la necesidad de manifestación propia con instalaciones a escala, recuerdos “en conserva” y el más reciente “¡Té quiero!” de su serie derivados del arte.

Lápices, tazas, cartucheras, pañuelos, medias, botellones, rompecabezas y vasos de distintos tamaños ofician de soporte para dibujos de animales, flores y señuelos para pesca con mosca, entre otros motivos pródigos en detalles. Blanco y negro como sello distintivo, los trazos crean miradas y texturas con recreaciones de brillos y mullidos pelambres o sutileza de plumas.

Disponibles en el rincón de objetos de diseño de Vertiente
–20 de Febrero 698–, el espacio que Piso 3 destina a exposiciones en Design Suites –kilómetro 2,500 de avenida Exequiel Bustillo– y en El Refugio de la base del Cerro Catedral, algunas de sus obras incluyen aportes de otros especialistas a los que recurre por técnicas específicas.

Es el caso de las serigrafías, calcos con tinta cuyos cristales son adheridos al material mediante calor y que fija en vidrio y enlozado a quinientos grados centígrados en horno facilitado por una ceramista. O los tapones de botellones simulando piedras. “Voy vinculándome con emprendedores que pueden cubrir un área específica. Son abiertos, manejamos un mismo idioma”, sostiene.

Las ideas surgen relacionando “materiales con técnica, lo ideal es que te encuentren trabajando. Ahora quiero ver qué pasa si sublimo imágenes sobre la tela que estoy utilizando para la confección de los saquitos para té, aprovechando su liviandad, lo etéreo de la textura. Seguir avanzando”, describe.

No poder llevarlas a cabo en un momento determinado “es frustrante, entonces las escribo. De repente terminás haciéndolas realidad diez años después. Con una amiga habíamos hablado del trabajo en vidrio pero yo no dibujaba en ese momento, ahora lo logramos”.

Mientras hace “caso a lo que va surgiendo”, proyecta una muestra de sus carbonillas versionando imágenes captadas por fotógrafos.