Obras sociales sindicales están al borde del colapso

Los sindicatos aseguran que las empresas retienen pero no hacen los aportes correspondientes.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La severa crisis que afecta al sistema de salud en general puso en jaque también a las obras sociales sindicales, y sus directivos van al grano a la hora de atribuir responsabilidades. El desfinanciamiento que sufren se debe -aseguran- a la evasión sistemática de las empresas y al creciente atraso de la AFIP en girarles los aportes que recauda.

Desde que comenzó la desregulación de las obras sociales, unos cuatro años atrás, las más débiles y peor administradas sucumbieron sin remedio. Pero otras multiplicaron sus afiliados captando a los de otros gremios y lograron equilibrar sus economías y prestar servicios confiables y eficientes.

Pero en el último año, todas acumularon fuertes acreencias porque no perciben los aportes en tiempo y forma, amén de las rebajas salariales y el pago de sumas no remunerativas, que también les menguan recursos.

Entre las que sintieron la crisis está Unión Personal(de UPCN), que tiene aquí 11.000 afiliados entre directos e indirectos y recortó su abanico prestacional al comprobar que los números no cerraban. Sus responsables, sin embargo, aseguran que su problema es coyuntural.

Otra situación difícil es la de Osplad, que asiste especialmente a los docentes de escuelas privadas. Según su consejero provincial, Gustavo Larrañaga, mantienen la misma calidad de servicios salvo en el Hospital Privado, donde les cobran plus. Aseguró que tienen en Bariloche una deuda a cobrar cercana a los 2 millones de pesos y que están «al borde de la cesación de pagos», a pesar de que su propia deuda con los prestadores es de sólo 235 mil pesos. En Bariloche rondan los 3.600 afiliados.

Larrañaga dijo que varias escuelas «no pagan desde hace años» y otras cambiaron de formato para transformarse en fundaciones y no reconocen la deuda anterior, aunque los directivos son los mismos. Las intimaciones dan escaso resultado esperado y recién ahora están iniciando acciones judiciales en forma masiva a los incumplidores.

En Osecac, que aquí ofrece servicios a través de la mutual AMEC, se enorgullecen de llevar «diez años sin ningún corte» de prestaciones, que cumplen con su propia farmacia y consultorios, y mediante convenios con clínicas para las internaciones.

El delegado de la obra social de Comercio, Walter Cortés, señaló que en el último año los ingresos cayeron en forma vertical por las empresas quebradas, las que entraron en concurso de acreedores y las que sin llegar a ese límite se quedan con los aportes propios y los que le descuentan al empleado.

«Sin embargo el problema más serio es la DGI, que recibe los aportes y no los transfiere -acusó-. Hoy en día lleva un atraso de tres meses y medio, cuando antes nos depositaba siempre con un mes vencido». De modo que las obras sociales también hacen su contribución forzada al Déficit Cero.

La obra social de gastronómicos sufrió tiempo atrás un fuerte derrumbe y un éxodo de afiliados, pero según su jefa regional, Rosa Negrón, hoy intenta rehabilitarse y mantiene sus servicios «con ayuda nacional» y un sistema capitado a través de la firma Sol SA. Aseguró que la obra social tiene 3.900 afiliados y más de 400 empresas empadronadas.

La amenaza constante de la desaparición

Si en algo coincidieron los voceros consultados es en que la creciente demora en recibir los aportes, la indolencia de la DGI y la imposibilidad de sancionar a los morosos parecen conformar un cuadro favorable «a la definitiva privatización de la salud».

Presumen que la gente de mediano poder adquisitivo (la ancha franja entre los tradicionales usuarios del hospital y los clientes de las prepagas) son un bocado apetecible de los bancos, que además de administrar las AFJP y las ART quieren dar el salto al negocio de la salud.

Por si hiciera falta aclaran que con el nivel de incumplimiento actual de los empleadores ningún sistema es sostenible y que sólo las obras sociales -por su raíz «solidaria»- pueden mantener las prestaciones a muchos afiliados cuyos patrones nunca depositaron los aportes.

«En una empresa de medicina prepaga si no pagás te cortan de inmediato, por eso la apertura total sería un verdadero desastre, porque la gente necesita desesperadamente una obra social», resumió el subdelegado de Osecac, Carlos Criado.

La evasión de los aportes es un delito como cualquier otro y por eso Gustavo Larrañaga, de Osplad, dijo que «ayudaría que el mismo trabajador se interese en el problema e inicie acciones legales si su empleador no le paga a la obra social, pero nadie lo hace por miedo al despido».

Dijo también que las obras sociales que subsisten lo hacen a fuerza de ajustar sus costos y aclaró que en su caso lograron sanear el déficit, pero la morosidad les crea un problema financiero insoluble.

Osplad sola tiene a cobrar 2 millones de pesos en Bariloche y más de 100 en todo el país. (AB)

Todo listo para cobrar el FOS

VIEDMA (AV)- UPCN firmó el convenio para hacerse cargo del cobro de la facturación de las obras sociales en los hospitales rionegrinos.

A través de este acuerdo entre el gobierno y el gremio estatal se intenta incrementar la facturación y la cobranza de las prestaciones que los hospitales brindan a los beneficiarios de las obras sociales. El objetivo es mejorar la recaudación y con ello los recursos para el funcionamiento de los hospitales que atraviesan una grave crisis.

En el comunicado de prensa difundido por UPCN se destacó que de acuerdo a la legislación provincial parte de lo recaudado en la FOS se distribuirá entre el personal hospitalario, permitiendo un incentivo económico y un alivio a la situación salarial.

Este proyecto impulsado por UPCN generó el rechazo, desde un comienzo, de los afiliados a ATE que reclamaron una distribución igualitaria de lo que se recaude en la Facturación de Obras Sociales para todos los hospitalarios y no solo entre los que se desempeñan en ese área.

El cobro a las obras sociales, sobre todo al Ipross, ha sido siempre un tema sin solución para los hospitales rionegrinos. En el Zatti, por ejemlo, la recuperación de lo que se factura a las obras sociales se encuentra entre un 17 y un 20%, mientras que la demanda en la atención ha sufrido un aumento gradual de un 15%. Hoy la deuda de la obra social provincial por atención de sus pacientes en el hospital de esta capital asciende a 280.000 pesos.


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