Obreros bolivianos inician huelga por aumento salarial

El Gobierno asegura que la medida tiene escaso impacto. Mineros, maestros y sanitarios de sectores públicos anunciaron su adhesión. Se pone de manifiesto la división entre los sindicatos oficialistas y opositores.

BOLIVIA

La huelga y marcha convocadas por la Central Obrera Boliviana (COB) por mejoras salariales comenzó con escasa fuerza el lunes, mientras el gobierno se esforzaba por abrir una negociación con los sectores movilizados.

«No hay ningún paro en el país, las actividades son normales, con excepción de dos o tres escuelas (públicas), el resto no acata la medida»», dijo el lunes el ministro de la Presidencia, Oscar Coca.

Calificó a los dirigentes que llamaron a la protesta de ”aventureros»» que buscan «detener el proceso de cambio»» iniciado por el presidente Evo Morales.

Obreros de la mayor mina estatal paralizaron labores el lunes pero estaban en asamblea analizando la situación, dijo a la AP el dirigente del gremio Guido Mitma. No estaba claro si los casi 4.000 mineros de la mina de estaño de Huanuni al sur de La Paz, se unirán al paro indefinido.

Maestros de escuelas fiscales y sanitarios de sectores públicos anunciaron su adhesión a la protesta que el lunes no se hacía sentir.

El conflicto social puso de manifestó una abierta división entre los sindicatos que apoyan al gobierno y otros que toman distancia.

La huelga indefinida con marcha fue convocada por un incremento salarial superior al 5% decretado por Morales, una nueva ley de jubilación y por la reactivación del aparato productivo para generar empleo, dijo Mitma.

Poco más de un centenar de dirigentes de varios sindicatos iniciaron una marcha hasta La Paz desde una localidad altiplánica distante a 160 kilómetros. Los manifestantes podrían llegar en cuatro o cinco días.

En tanto, los cocaleros, afines a Morales, rechazaron la protesta y reafirmaron su apoyo al mandatario.

Se trata de la peor ola de protestas a poco más de cien días después que Morales asumiera su segunda gestión hasta el 2015. A diferencias de otras que estaban lideradas por la oposición derechista, las manifestaciones actuales vienen de grupos sindicales afines al gobierno.

Habitualmente, las protestas comienzan con escasa fuerza y van creciendo en la medida en que la marcha que las acompaña se acerca a La Paz.

Otro conflicto de campesinos y pobladores de una localidad al norte de La Paz, que cortó durante doce días una vital ruta, concluyó el fin de semana con una intervención policial y la muerte de dos estudiantes y ocho agentes heridos en enfrentamientos.

Inicialmente, el gobierno se había negado a dialogar con pobladores de Caranavi que reclamaban el cumplimiento de una promesa para la instalación de una planta de cítricos, pero cuando las autoridades decidieron intervenir los manifestantes se habían radicalizado por la falta de una atención oportuna.

Morales convocó a los dirigentes a una reunión el martes para superar el conflicto.

También el ministro de Hacienda, Luis Arce, y su colega de Educación, Roberto Aguilar, se esforzaban el fin de semana para buscar acuerdos con los sindicatos que llamaron al paro y marcha. Arce se mostró optimista de lograr acuerdos en la semana, pero líderes sindicales han pedido negociar directamente con Morales.

Arce dijo que se mantendrá el aumento del 5%.

El mandatario dijo el domingo que el incremento salarial es muy superior a la tasa inflacionaria del año pasado, que no llego ni al 1%. Aseguró que en los cuatro años anteriores aumentó el salario en 46% y pidió paciencia a los trabajadores.

AP


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