ocupá el trono

Nadie consiguió calzarse la corona que obtuvo Diego en México 86. 24 años después Messi estállamado a hacerlo.

Diego Armando Maradona llevó el fútbol hasta su máximo nivel artístico en el Mundial de México 86 y desde esa época ningún jugador consiguió ocupar un trono que dejó vacante en Estados Unidos 94, de la peor forma y con aquel lacerante frase “me cortaron las piernas” a flor de labios.

Varios son los sueños que asaltan de noche a Diego Armando. Se ve, ya entrado en kilos y con su barba bicolor, levantando otra vez la Copa del Mundo. Seguramente rodeado por su padre, sus hijas y el pequeño Benjamín. También sus viajes oníricos lo encuentran festejando como un poseso las gambetas y los goles de su sucesor. “Me encantaría que Lio tenga el mismo impacto que yo en el 86, el mismo rol protagónico que tuve (al ganar la Copa). Creo que Leo será la frutilla del postre de lo que hará todo el equipo. Le deseo de todo corazón que sea el mejor de todos los tiempos”, dijo ayer Maradona en conferencia de prensa.

Muchos, y de diferentes nacionalidades, intentaron calzarse la corona que supo usar el Rey Pelé y que después heredó el de Villa Fiorito.

En el 90, con un Diego hecho polvo y el tobillo como una pelota de fútbol, sólo se destacó un Lothar Matthaeus que era más utilitarismo que belleza. Ganó la tercera Copa para Alemania, fue prestancia y liderazgo, pero ni por asomo consiguió el peso específico del mejor Maradona.

En Estados Unidos fue Romario el dueño de los mejores elogios y el búlgaro Hristo Stoitchkov el de las exquisitas jugadas y en Francia 1998, como el Alemania 2006, Zinedine Zidane desparramó su elegancia por el campo, aunque sólo le haya alcanzado para conseguir el título de Príncipe del fútbol.

Ronaldo lo intentó en el 2002 con su poder goleador, Ronaldinho decepcionó en el Mundial pasado y de los argentinos Juan Sebastián Verón siguió el mismo camino que el ‘10’ de los dientes prominentes.

Y ahora surge Messi, que parece conjugarlo todo, que es mágico y elegante, que tiene la explosión del Maradona versión ‘86 y la definición en los últimos metros del gran Ronaldo, que es camaleónico y versátil, que juega y hace jugar, que tiene hambre de gloria…

La Pulga tuvo una temporada endemoniada y no hay antecedentes inmediatos que igualen, en materia individual, las proezas que consiguió con la camiseta del Barcelona. Ganó los seis títulos en el 2009, se consagró mejor jugador, fue pichichi de la última temporada del Barça y no deja de romper récords.

Pero la camiseta argentina se transformó en su único karma, y él sabe que su nombre sólo será leyenda si consigue emular al mejor Maradona, en la cancha y en el balcón de Plaza de Mayo.


Diego Armando Maradona llevó el fútbol hasta su máximo nivel artístico en el Mundial de México 86 y desde esa época ningún jugador consiguió ocupar un trono que dejó vacante en Estados Unidos 94, de la peor forma y con aquel lacerante frase “me cortaron las piernas” a flor de labios.

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