Ocupan las instalaciones de la pesquera Aguacampo en San Antonio

Los trabajadores reclaman el pago de sus indemnizaciones.

SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Los obreros despedidos de la pesquera Aguacampo ocuparon la fábrica procesadora y permanecen allí desde el martes por la tarde a la espera del pago de las correspondientes indemnizaciones. Mientras tanto, la empresa continúa inactiva y las posibilidades de reanudar los trabajos son remotas.

Hartos de los reiterados incumplimientos de la empresa, los fileteros despedidos el 16 de abril último decidieron ocupar las instalaciones y permanecer en el comedor de la fábrica. Por su parte, los directivos de Aguacampo, sin dar respuesta a los reclamos de los trabajadores, realizaron la denuncia penal que obligó al personal policial a permanecer en consigna durante algunas horas en el lugar.

«Estamos tranquilos ocupando la planta pacíficamente, por lo que los policías se retiraron», informaron algunos de los voceros del grupo de 47 trabajadores echados hace 15 días. Por su parte, el comisario Andrés Ruiz confirmó la ocupación y la radicación de la denuncia penal, destacando que los manifestantes no produjeron desórdenes.

Durante las últimas semanas, los directivos de la empresa firmaron ante autoridades municipales varios compromisos de pago que incumplieron sucesivamente. Por ello, el jefe comunal Adrián Casadei cerró todo diálogo «hasta tanto cumplan con la última acta». El director de Pesca de la Provincia, Italo Sangiuliano, decidió suspender los cuatro permisos de pesca de la firma.

Aguacampo funciona desde octubre del año pasado en las instalaciones de Camaronera Patagónica, propiedad del empresario marplatense Francisco Di Leva. Esta firma enfrenta un concurso preventivo de acreedores, por lo que suspendió sus actividades a mediado del 2001. Con autorización del juez que entienden en el proceso que puede derivar en la quiebra de Camaronera, Di Leva alquiló las instalaciones y barcos en un primer momento a Rubén Parolla de Aguacampo y Alejandro Oggeros de Pescados y Mariscos. Las dos firmas trabajaron con cierta normalidad durante un par de meses.

En diciembre, Parolla decidió dejar de operar y en enero los empresarios Michel Díaz y Phillippe Thurin adquirieron las acciones de Aguacampo. En marzo Pescados y Mariscos dejó de trabajar y Aguacampo continuó sola en las instalaciones de Camaronera, hasta que el 16 de abril despidió a 47 trabajadores y paralizó sus actividades.

Ayer, podían leerse en el portón de ingreso a la planta pancartas en contra de Díaz, Thurin y del directivo Gonzalo Sánchez, quien fue declarado persona no grata por el Deliberante local luego de que este medio diera a conocer su pasado como represor de la ESMA durante la dictadura militar, lo que le valió ser procesado por genocidio y tortura por el juez español Baltasar Garzón. Trascendió, en tanto, que el contrato de alquiler entre Di Leva y Aguacampo habría sido rescindido en las últimas horas y que hoy autoridades de la sólida empresa Alpesca se reunirían con el empresario marplatense para decidir si se hacen cargo de la planta.


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