Oliver Stone: “Los estadounidenses no conocen Sudamérica para nada”

Para su documental entrevisto a varios presidentes de latinoamérica

Desde fines de mayo, el director de cine estadounidense Oliver Stone está recorriendo Sudamérica para presentar su documental “Al sur de la frontera”, en el que entrevista a siete presidentes latinoamericanos. En todos lados, la crítica es la misma: ¿Por qué no entrevistó a la oposición?.

Para el director de films como “Platoon” y “Nacido el 4 de julio”, la respuesta, como la que dio hoy en su paso por Buenos Aires, es simple: “No puedo hacer una película con la profundidad que quizá ustedes hubieran deseado. Esto es apenas una introducción a un continente que los estadounidenses no conocen para nada. Para ellos, Hugo Chávez y Evo Morales son dictadores y Lula (da Silva), en vez de intervenir en el tema de Irán, debería callarse la boca”.

Este profundo desconocimiento queda claro en los primeros cinco minutos de la película, cuando Stone muestra un extracto de un programa de TV estadounidense en el que la conductora comenta que “los dictadores” Chávez y Morales quieren legalizar la cocaína además de consumirla, obviando que fueron elegidos en elecciones democráticas y en una clara confusión entre la inocua hoja de coca y la droga que resulta de su procesamiento.

Según explicó Stone durante una charla abierta con medios y estudiantes en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires el jueves, poco antes de reunirse con la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, la región vive un “fenómeno histórico”.

“En su momento hubo en América Latina un Salvador Allende, pero estaba aislado. Actualmente hay en la región un presidente indígena (Evo Morales), una mujer (Cristina Kirchner), un obispo de la (teología de la) liberación (Fernando Lugo), dos líderes sindicales (Inacio Lula da Silva y Morales). Yo creo que son gente buena”, explicó.

Fernández de Kirchner es uno de los siete mandatarios a los que Stone entrevistó para su documental, en el que también brindan su testimonio los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa; Paraguay, Fernando Lugo; Cuba, Raúl Castro, Brasil, Inacio Lula da Silva y el ex presidente argentino Néstor Kirchner, marido de la actual presidenta.

Stone no tuvo en Buenos Aires más que elogios para los presidentes de la región. Hugo Chávez “es como un oso, es como se lo ve, no simula, es una persona que se dedica a ayudar a la gente”. Cristina Fernández de Kirchner es una persona “enfocada, muy fuerte, completa y que tiene un propósito”. Morales “es fantástico y estoico”.

“No hago documentales políticos, lo que trato es mostrar el lado humano de los políticos, acercarme”, explicó Stone, quien dirigió varios films sobre personalidades como “JFK”, sobre el presidente estadounidense John F. Kennedy, “W” (2008), en la que Josh Brolin interpretó al presidente estadounidense George W. Bush o el documental “Comandante” (2003), basado en entrevistas al líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, nunca estrenado en Estados Unidos.

En los 85 minutos que dura “Al sur de la frontera” se puede ver a Chávez andando en una pequeña bicicleta en el fondo de la casa en que nació (y rompiéndola por su propio peso), a Morales enseñándole a Stone cómo mascar hoja de coca y jugando al fútbol, a Cristina Kirchner diciendo que es “la primera vez que los gobernantes se parecen a sus gobernados” o a Correa afirmando: “Conociendo a la prensa norteamericana estaré más preocupado cuando hablen bien de mí”.

Stone confesó que está casi seguro que la reacción a “Al sur de la frontera” en Estados Unidos, donde se estrena el 25 de junio en apenas algunas ciudades como Nueva York, Los Angeles y San Francisco, será “terrible”. El director reconoció que “es muy difícil tener éxito con un tema latinoamericano en Estados Unidos”, aunque tiene una fórmula para seguir haciendo lo que le gusta: “Hago las películas de ficción con la mano derecha y los documentales con la izquierda”.

Es así como, según recordó, a principios de mayo se paseó por el lujo de la alfombra roja de Cannes para el estreno de su secuela de “Wall Street” y apenas unas semanas después asistió a la proyección de “Al sur de la frontera” en un estadio de la ciudad boliviana de Cochabamba, donde vio el film junto a otras 6.000 personas, la mayoría de ellos campesinos.

“Sí, (Estados Unidos) es una democracia y se puede hablar, pero hay que lidiar con el ridículo. Si dices algo que no les gusta, te critican muy duro, y la censura se aplica económicamente”, dijo. “Me sigue angustiando mucho que ‘Comandante’ no se haya proyectado en Estados Unidos. Me trataron como si fuera un mero ideólogo que quería apoyar a Castro”.

dpa


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