Olores nauseabundos inundan a un barrio de Roca

El Petróleo convive con la laguna de residuos cloacales. En la comuna creen que habría que trasladarlo.

ROCA (AR)- Un olor nauseabundo que por momentos impide la respiración y aumenta paulatinamente es parte de la «bienvenida» al barrio El Petróleo de Roca.

La sensación de insalubridad se siente a cada paso. Es que los vecinos del asentamiento ubicado a unos dos kilómetros de la ruta nacional 22 y a otros tantos de Roca, padecen desde 1999 la gran problemática de convivir con la planta de tratamiento de líquidos cloacales en pleno barrio.

«A veces el almuerzo no lo podemos comer y tenemos que cerrar todas la puertas para que no ingrese el olor a podrido», indicó preocupada por la situación Mónica Casanova, integrante del grupo de trabajo barrial.

De acuerdo con el relato de los vecinos, el mal olor que circula impregna el aire durante todo el día, y algunas veces hasta es peor. María Yáñez, otra habitante ilustró la problemática con una sola frase: «Después de las siete de la tarde no se puede ni salir de la casa porque uno se descompone».

Los reclamos al municipio y a ARSA se multiplican, pero las soluciones no llegan. El último intento realizado por el organismo de Aguas Rionegrinas fue utilizar «bacterias desengrasantes» para atenuar los malos olores aunque el experimento no rindió tal como estaba previsto. Lo que se hizo fue incorporar microorganismos para efectuar un tratamiento biológico en las lagunas de desechos cloacales aunque, según se plasmó en un acta de ARSA, el uso de este sistema -que se implementó durante un mes- hasta el momento no dio resultados.

La titular de Medio Ambiente municipal, Laura Juárez, confirmó el problema que aqueja a los vecinos del sector y sostuvo que prevé mantener una reunión con estos para explicar la situación. «El uso de las bacterias, que se hizo a través de una empresa, no dio resultados y la gente se sigue quejando. Yo creo que en el tema de lograr olor cero, tal como se planteaba con estas bacterias es imposible, y habría que pensar en trasladar el barrio», opinó Juárez.

«Así no se puede vivir. A veces tenemos que llevar a los chicos al hospital o cuando vamos nosotros mismos no nos encuentran nada porque todo se produce por la sensación de vivir con esto», agregó.

El barrio está compuesto por 39 familias que se asentaron hace más de una década en una chacra de tres hectáreas. Tras incesantes

tareas por conseguir la propiedad de los terrenos y la mensura correspondiente el sector que pertenecía al banco residual de Río Negro (Ex Provincia), fue adquirido por el gobierno provincial. Luego, a través de una gestión municipal, según se informó, durante la intendencia de Miguel Saiz se logró la tenencia de los lotes.

Acto seguido, se erigió la planta de tratamiento, sin que se informara a los residentes sobre el terrible conflicto que se generaría. «Nosotros nos enteramos que estaba todo listo por los carteles que pusieron a la entrada de la planta de tratamiento», sostuvo Yáñez. «Hace pocos meses el agua de las cloacas llegó hasta una chacra y casi la inunda, ya que tuvo un problema el desagüe que conduce los desechos tratados hasta el río Negro», añadió.

En tanto, tras buscar respuestas en los diferentes estamentos, el grupo se unió a chacareros de la zona que ven afectada su producción por las condiciones insalubres y se encuentran analizando iniciar medidas de lucha. «Si no nos dan respuestas queremos cortar la ruta, para que alguien nos tome en cuenta», finalizaron.


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