Once casos entre Roca y Cinco Saltos

ROCA (AR).- En el informe confeccionado por el fiscal Marcelo Grosso, aparecen descriptos once hechos ocurridos en el Alto Valle, y en base a ellos solicitó que sean indagados 28 ex integrantes del Ejército y de la Policía de Río Negro.

Las víctimas y una síntesis de lo sucedido, son:

Norberto Osvaldo Blanco y Silvia Noemí Barco de Blanco. El 25 de marzo de 1976, irrumpieron en el domicilio del matrimonio en Cipolletti, grupos presuntamente del Ejército y de la Policía de Río Negro. Secuestraron libros y papeles. Norberto Blanco no estaba y lo fueron a buscar al municipio, donde trabajaba. Como tampoco estaba allí, durante una semana quedó su mujer y sus dos hijos con arresto domiciliario. Una semana después se presentó Blanco en la comisaría, quedando detenido tres días en forma ilegal en la comisaría de Cipolletti y en el Comando de Neuquén, hasta que fue liberado.

Jorge Alberto Asenjo. El 12 de junio de 1976 fue detenido por personal militar. A su madre le indicaron que estaba en el Cuerpo del Ejército en Bahía Blanca. Además estuvo alojado en la U9 de Neuquén y también fue visto en el centro clandestino de detención «La Escuelita», desconociéndose en la actualidad su paradero.

Rubén Ríos. A las 2:30 del 17 de agosto de 1976, fue sacado por la fuerza de su casa en Roca. Lo metieron en un auto y le pusieron un arma en la cabeza. Ríos logró abrir la puerta y se arrojó del vehículo pero fue rodeado por 18 personas que lo golpearon. Lo metieron en el baúl y salieron rumbo a Neuquén. Pudo romper la cerradura del baúl, y cuando cruzaban el puente sobre el río Neuquén, se arrojó del auto. Un policía del puesto caminero lo ayudó a levantarse, se desmayó, y luego fue trasladado a «La Escuelita», donde fue sometido a torturas físicas y psicológicas. Días más tarde fue liberado.

Luis Alfredo Genga. El 2 de setiembre de 1976 fue secuestrado de la casa de unos amigos en Cipolletti. Genga era gremialista de Ctera. Lo metieron en un auto, encapuchado y esposado. Lo llevaron al batallón 181 de Neuquén. Estuvo esposado con sus manos atrás, vendado en los ojos y atado con una cadena a una cucheta. Los interrogatorios se sucedieron y los golpes fueron cada vez más intensos. Se desmayó en varias oportunidades. Tampoco le daban agua. Trece días más tarde fue liberado en Barda del Medio.

Roberto Liberatore. El 4 ó 5 de setiembre de 1976 fue secuestrado de la casa de su madre en Cinco Saltos. Lo llevaron a la comisaría de Cipolletti, y desde allí llevado a «La Escuelita». Fue torturado con golpes y picana eléctrica y liberado posteriormente en el patio de la comisaría cipoleña. Liberatore era gremialista en Indupa.

José Luis Appel de la Cruz y Carmen Delard Cabezas. El 10 de enero de 1977, Appel de la Cruz circulaba en Cipolletti en una citroneta. Se bajó a hacer una compra y fue detenido por personas de civil. Su esposa, que iba con él, fue a dejar a su pequeña hija con unos vecinos y luego a averiguar qué pasaba con su esposo. De ninguno de los dos se volvieron a tener noticias.

Amalia Cancio y Juan Pichulmán. El 27 de enero de 1977, 20 ó 30 personas irrumpieron en la casa que ocupaba en J. J. Gómez. Los llevaron presumiblemente a «La Escuelita». Cancio estaba embarazada y le hicieron un simulacro de fusilamiento. Fue liberada el 4 de febrero de 1977. De Pichulmán se desconoce el paradero.

Rubén Sáez. El 26 de febrero de 1977, unas ocho personas armadas sacaron a Sáez de una iglesia de Roca. Estuvo detenido en Bahía Blanca, en Cipolletti y en la alcaidía de Roca, de donde fue liberado el 5 de julio de 1978.

Jorge Berstrin. El 1 de marzo de 1977, Berstrin fue secuestrado por hombres armados en la casa de un amiga, en Roca. Lo llevaron en un auto hasta un lugar que estaría en Neuquén. Estuvo engrillado de pies y manos, y tras interrogarlo, lo liberaron en General Acha, tras diez días de detención.

Leticia Veraldi. Fue secuestrada el 4 de julio de 1977 luego de retirarse del Colegio Comercial de Cipolletti. Nunca se supo más de ella.

Carlos Margariños. Desapareció el 11 de mayo de 1978 de su domicilio en Cipolletti, con lo puesto, sin dinero y junto a su vehículo. La situación fue advertida por sus socios. El 13 de agosto de 1982, una persona del Servicio de Inteligencia esto se acreditó se comunicó con el padre y le dijo que estaba detenido en Morón y que ese año lo iban a liberar. A partir de la comunicación, no se supo más nada de Margariños y actualmente se desconoce su paradero.


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