Operativo para descifrar los últimos pasos de Otoño

El fiscal repitió el recorrido de la joven antes de desaparecer. Analizarán muestras de sangre humana hallada en una chacra.

CIPOLLETTI (AC).- Con la reconstrucción del último recorrido que hizo Otoño Uriarte hasta que desapareció, el 23 de octubre del 2006 casi a la medianoche, el fiscal José Rodríguez Chazarreta empezó a diagramar a última hora de ayer un cuadro de situación respecto de horarios, tiempos y testigos que son de «gran utilidad» para la causa que investiga la muerte de la joven.

La repetición de los hechos se realizó ayer desde las 17:30, comenzando en el gimnasio municipal donde la estudiante del CEM 14 terminó sus prácticas de voley para caminar luego hasta la plaza céntrica, donde estuvo con un amigo y además charló con una vecina y una amiga.

De acuerdo a los datos que manejan los responsables de la pesquisa, Otoño salió desde la plaza hacia la casa de otra amiga en la que habría departido unos minutos y derivó hacia la avenida Cipolletti, donde su compañero la despidió. Eso fue en el extremo este, de cara a la calle rural Kennedy, arteria en la que, en sus primeros 200 metros, la adolescente fue vista por un testigo cuando aparentemente se dirigía a pie hacia su casa, ubicada en una chacra del sector.

La certeza de que iba hacia su casa la proporcionó el amigo de ella a la justicia. Al menos, eso es lo que Otoño le dijo esa noche.

El operativo de ayer fue dirigido por Rodríguez Chazarreta. Estaban también el abogado de la familia de la muchacha, Sebastián Nolivo, el perito de la querella, Enrique Prueguer, el padre Roberto Uriarte y efectivos de la Brigada de Investigaciones y del área Criminalística de la policía de Río Negro, entre otros protagonistas directos.

No había mucha gente porque el procedimiento fue sorpresivo y se circunscribió a un perímetro muy específico.

Trascendió que se habría cronometrado el tiempo posible transcurrido desde que la chica dejó el gimnasio hasta que llegó a la esquina este de la avenida Cipolletti. La conclusión habría sido que no pudo haber pasado más de una hora y media.

Además hubo paradas, preguntas, conciliábulos entre los investigadores que intercambiaban opiniones y muchas anotaciones, en particular de parte del fiscal.

Un dato que hasta el momento genera sólo expectativas es que se confirmó que en una parte de la chacra allanada, ubicada cerca de la casa del peón que encontró el celular de Otoño el 25 de octubre del 2006 y propiedad de dos hermanos, los idóneos de Criminalística, Gendarmería y del equipo de Prueguer hallaron una importante mancha de sangre humana.

Se supo que se utilizó el reactivo Blue Star Forensic, por lo que se corroboró con absoluta certeza el hallazgo.

Mañana el propio fiscal Rodríguez Chazarreta llevará al hospital Durán, de Buenos Aires, muestras de esa sangre para cotejarlas con las de la familia de Otoño, por parte de madre y de padre, que ya están en ese prestigioso instituto dado que allí se procesaron los ADN que verificaron que los restos encontrados en la usina eran los de la muchacha orense.


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