Opinión Publicada

Los invitamos a leer el artículo “El peronismo, la organización que vence al tiempo” de Eduardo Finanza, y “La economía patas arriba” de Francisco Olivera; ambos en La Nación.

Eduardo Fidanza, en La Nación, señala que para la mayoría de los analistas, salvo los cercanos al Gobierno, “la irrupción de Massa anuncia el fin del ciclo de Cristina Kirchner”. Añade que “de todos estos fenómenos, la perennidad del peronismo es quizá lo más relevante, constituyéndose, una vez más, en el enigma intelectual a descifrar. En esta búsqueda, el desafío de Massa al poder presidencial arrastrando intendentes, sindicalistas y otros líderes de base actualiza la brillante tesis de Steven Levitsky: la lozanía peronista se cifra en un juego dinámico entre una base preexistente, territorial y conservadora, y una cima presidencial fluida y cambiante, todo aceitado por el poder estatal a distintos niveles. Según este politólogo, el peronismo es antes un fenómeno organizacional que ideológico. Una “desorganización organizada”, como lo llamó con sorna. Eso explicaría el giro de 180 grados entre el nacionalismo económico y el neoliberalismo, sin afectar la estructura del movimiento ni sacrificar franjas decisivas de su electorado. Juan Perón lo intuyó en la mejor tradición weberiana, aunque no consta que leyera al alemán: la organización es la heredera del carisma”. Leé la nota completa acá.

Francisco Olivera, en La Nación, considera que “es cierto que los hombres de negocios han aprendido a convivir con algunas extravagancias”. Añade que “a los molineros, por ejemplo, no les sorprendió tanto que, la semana pasada, atenta a los aumentos en panaderías, Colombo hubiera publicado en el sitio web de la Subsecretaría una receta de pan casero. “Lo que hacemos es trabajar sobre las problemáticas, darle una vueltita de tuerca y arrimar ideas para que también uno pueda diversificarse”, explicó a Radio 10. Colombo intentará esta semana que los comercios vendan el kilo a 10 pesos. Apelará, en sentido propio, según la famosa ironía de Adam Smith, a la “benevolencia del panadero”. Pero el problema viene de antes: por la escasez de trigo, la bolsa de harina subió este año 180%. Como consecuencia de los cupos de exportación y las retenciones, gran parte de los productores ha reemplazado trigo por cebada. Resultado: la Argentina tendrá este año su peor cosecha de trigo en 110 años y está cerca de importar, por primera vez en décadas, el cereal que le valió el rótulo de granero del mundo. La profecía de Hugo Biolcati”. Leé la nota completa acá.


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