Opinión: ¿Y el dinero?
La descentralización administrativo-financiera de las áreas programa es el punto de partida esencial para todo debate en Salud en Río Negro.
Si bien conceptualmente es correcto, práctico y flexible, respetuoso de un federalismo bien entendido, en el actual contexto de desfinanciamiento general, crisis socioeconómica con arrastre en el corte de la cadena de pagos y virtual colapso del sistema de obras sociales y mutuales, esta meta es utópica e imposible de sostener en un plazo prudencial hasta que se vea afirmada la economía. De otro modo es condenar al suicidio en cámara lenta a las administraciones locales.
Por otro lado, tarde o temprano es necesaria la creación de un Fondo Compensador que funcione a los efectos de paliar las diferencias en medios y riqueza de las respectivas áreas programa. De modo tal de proveer garantía de un acceso igualitario a los cuidados de la salud por parte de la población de las zonas deprimidas de la provincia, que no gozan de tantas facilidades o reintegros por prestaciones dadas. Caso contrario se cumple el círculo vicioso de la pobreza, dificultando la adecuación sanitaria por falta de similares recursos a los que tienen acceso las zonas privilegiadas por desarrollo socioproductivo.
Demás está decir que ello contribuye de una manera no indiferente a afincar la población y evitar en parte la emigración interna.
Ricardo D. Rojkind
Licenciado en psicología
Jefe del Servicio de Salud Mental del Hospital A. P.
de Villa Regina
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