Dos talismanes contra la estafa
Omar Gutiérrez no sale sin daño del escándalo con planes sociales, pero ya tiene una herramienta para empezar a dar vuelta la página.
La escandalosa estafa con planes sociales de Desarrollo Social de la provincia empezó a decantar esta semana con la formulación de cargos a 20 personas por asociación ilícita para cometer fraude a la administración pública y defraudación mediante el uso de tarjeta de débito. Un título bastante rimbombante pero que, por la complejidad que conlleva probar el delito elegido, podría terminar en poco y nada.
La investigación por el presunto cobro indebido de subsidios a desocupados por parte de exfuncionarios y exempleados del ministerio encontró su cerrojo en el planteo que propuso el fiscal jefe, Pablo Vignaroli, pues terminó por dejar afuera cualquier posibilidad de encontrar responsabilidades en la parte más alta de la estructura. El propio defensor de Ricardo Soiza, el señalado como “jefe” de la banda, dijo que el exdirector de Planes Sociales no tenía facultades para designar beneficiarios ni distribuir el dinero, pero la fiscalía encontró allí su punto final.
Pese a las polémicas declaraciones que había hecho a este diario, el exministro Abel Di Luca logró sortear las acusaciones. El hecho solo le costó su puesto en Desarrollo Social, lo que no significó una exclusión de la vida política del Movimiento Popular Neuquino. El Día de la Militancia los encontró celebrando en la Seccional Primera del partido junto al candidato Marcos Koopmann y el funcionario desplazado hasta se animó a tomar el micrófono y compartir unas palabras junto a su sucesor, el exdiputado Germán Chapino.
Fue a Soiza, también un hombre del partido y pieza importante de todos los últimos gobiernos, a quien le tocó el señalamiento de culpas. Tal vez alguien debería explicar por qué circula todavía por las oficinas de calle Rivadavia, pese que renunció al mismo tiempo que Di Luca, en su caso “por razones de salud”.
Omar Gutiérrez no sale sin daño del escándalo, pero ya tiene una herramienta para empezar a dar vuelta la página. La maniobra fue de dos o tres funcionarios presumiblemente corrompidos y un grupo de personas (todas bastante humildes, por cierto) que fueron cómplices o, en todo caso, utilizadas. Esto, claro, si la acusación termina con alguna condena.
El nuevo convenio elevará la actual masa salarial en un 18% o 20%. Algo así como 7.800 millones de pesos más a la erogación prevista para diciembre.
El gobierno, mientras tanto, se ocupó esta semana de “mostrar gestión” y sostener su aventajada campaña. Koopmann se anotó un triunfo importante frente a los trabajadores estatales con la sanción del presupuesto y su cláusula para que paguen menos Impuesto a las Ganancias a partir de los sueldos de diciembre y su correspondiente medio aguinaldo. Le demandó varios meses de consultas y rastreo de tributaristas que, desde Buenos Aires, revisaron hasta fallos del Tribunal Fiscal de la Nación hasta encontrar la fórmula ganadora.
Esta semana se dará un paso más: el Poder Ejecutivo y los sindicatos terminarán la redacción del convenio colectivo general que cobijará al 100% de la administración pública.
No es el primero que se elabora en Neuquén, pero sí el único que llegará a la sanción. En la primera gestión de Jorge Sapag se redactó uno, con mayoría de UPCN y fuertes resistencias, que el gobernador finalmente se negó a homologar. Fue en el 2014 que firmó un decreto convocando a una nueva negociación, esta vez con los paritarios de ATE a la cabeza.
El acuerdo que llegará a la Cámara esta semana, o a más tardar el lunes 12, incluirá un nuevo régimen de categorías y carrera para empleados provinciales y de las comisiones de fomento. Eso implicará más dinero, sí: la estimación aún no está cerrada, pero los cambios elevarían la actual masa salarial en un 18% o 20%. Algo así como 7.800 millones de pesos más a la erogación que estaba prevista para diciembre.
“Más plata en los bolsillos de los trabajadores”… públicos. En su carrera al 2023, el gobierno pareciera dedicar sus esfuerzos a gestionar para un solo sector de la población. La mística del MPN y la defensa del modelo luce cada vez más acotada al beneficio de quienes trabajan y se jubilan en el Estado.
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