La fuerza de una ley vs la debilidad de un fallo judicial

Santiago Márquez Gauna*


La discusión para aprobar la ley de IVE logró lo que ningún otro tema ha logrado en los últimos años desde el regreso a la democracia, romper las lógicas partidarias y el voto en bloque.


Los medios de comunicación alrededor del mundo, se hicieron eco del reciente fallo de la corte suprema de justicia de USA (Dobbs) donde esa corte revocaba un precedente anterior conocido como Roe vs Wade, el que aseguraba a las mujeres de dicho país el acceso al Aborto desde el año 1973.

Estas líneas no pretenden ser un análisis jurídico de los argumentos de uno y otro precedente, sino un llamado a reflexionar sobre los procesos para asegurar derechos.

Este momento internacional nos lleva a poner en valor el proceso por el que en la argentina se llego a obtener el derecho a la IVE a través de la Ley 27.610 aprobada en la madrugada del 30 de diciembre de 2020, un día histórico para la reivindicación de derechos reproductivos de las mujeres.

Corresponde entonces poner en contraste y valor, un proceso democrático, con respeto por los disensos, que trajo a nuestra corta historia democrática uno de los debates parlamentarios mas ricos de su historia.

La discusión para aprobar la ley de IVE logró lo que ningún otro tema ha logrado en los últimos años desde el regreso a la democracia, romper las lógicas partidarias y el voto en bloque. Trajo la libertad de decisión para los legisladores/as que emitieron sus votos más allá de la afiliación política que tuvieran.

Esta realidad lo que demostró es que la discusión sobre los derechos reproductivos de las mujeres va mas allá de las posibles rencillas puntuales entre oficialismo y oposición.

En mi humilde juicio fue uno de los grandes hitos en la construcción de una República Democrática, donde los grandes temas se resuelven donde corresponde.

En el órgano representativo de la sociedad en su conjunto, con pluralidad y respeto por todas las expresiones.

Así, queda claro que cuando un derecho lo concede/reconoce una minoría judicial, no es lo mismo que cuando se milita, se debate, se pone sobre la mesa de toda una comunidad y se afirma con una ley. En el ultimo de los casos hay una legitimidad que aquel nunca tendrá por su origen.

Aun así, hoy más que nunca es necesario recordar a Simone de Beauvoir cuando dijo “No olviden jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, deben permanecer vigilantes toda su vida”.

Pero no podemos perder de vista que una Ley conseguida a través del debate parlamentario, de la discusión amplia y respetuosa de los procesos democráticos, siempre será más fuerte y legitima que un fallo dictado por una corte sobre el mismo tema.

* Abogado.


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