Las expectativas y la realidad
PANORAMA POLÍTICO DE RÍO NEGRO
La gobernadora Arabela Carreras se sumergió el domingo en la lectura del proyecto Pampa -Hidrógeno Verde- de Fortescue para Río Negro y, rápidamente, confirmó su temida sospecha. Los tiempos empresariales no son los esperados.
El grupo australiano estima su inicio de producción para dentro de cinco años (2027). La pretensión rionegrina preveía esa concreción de dos a tres años, es decir, entre el 2024 y 2025.
Ella calla cualquier precisión pública y alude a la exigida confidencialidad. Pero, en sus medias palabras devela contrariedad. Fortescue tampoco prevé un desembolso inmediato para la Provincia. Eso, posiblemente, surja en la negociación.
Existe premura por parte de la Nación y la Provincia. Fortescue no se desvío de lo dicho, pues formalizó el proyecto y acordó en enero con la empresa que hará los “mástiles” de vientos. No es poco. Aún así, la firma ratificó que cumple con “la etapa de prefactibilidad que definirá la viabilidad del proyecto”.
En Viedma, la CEO de Fortescue, Julie Shettleworth fue clara en noviembre en los plazos. “No estamos hoy en condiciones de prometer nada”, dijo a Río Negro. Lo sostuvo frente a la gobernadora y el ministro Matías Kulfas. Incluso, un asesor nacional, Marcelo Kloster la indujo para que ratificara la puesta en marcha de la producción para el 2024/2025 como se esbozó en la Cumbre del Clima en Glasgow. “Estamos haciendo todo para lograrlo, pero no vamos a comprometernos -públicamente- con eso”, le dijo.
Los plazos del proyecto de Hidrógeno Verde de Fortescue son más largos que las iniciales proyecciones. Estima su inicio de producción para dentro de cinco años (2026-2027).
El grupo resolvió esa situación con un diseño más extenso. Por eso, Carreras regula también su respuesta. Se propone una valoración preliminar antes del pase a la Comisión Especial, como está fijada por ley. Programó su revisión con el ministro Luis Vaisberg; el secretario Daniel Sanguinetti; el fiscal de Estado, Gastón Pérez Estevan, entre otros.
Marcha el plan de Hidrógeno Verde aunque no lo sea con el ritmo ideado por la gobernadora, pensando en la propulsión de su gobierno y de su continuidad.
Igual propósito se advirtió en el 2020 cuando la mandataria despuntó con su plan de Suelo Urbano. Lo ideó y lo lanzó para repartir 12.000 lotes con redes, en cinco años. Se asignó una partida al IPPV de 1.000 millones en el 2021, reservando fondos para los 2.400 terrenos anuales proyectados.
La demanda de inscriptos -rápidamente- se hizo visible y duplicó enseguida la meta para el lustro. En cambio, la concreción provincial tiene otro compás. La Provincia promociona que se ejecutan las redes en tres ciudades -Cipolletti, Regina y Viedma- para 434 lotes.
Las ejecuciones acusan que el IPPV solo utilizó 75 millones de los 1.000 millones de Suelo Urbano para el año pasado, destinados a las construcciones de esos tres loteos.
Sobraron recursos, pero el trato preferencial del oficialismo para los municipios oficialistas siempre es un peligro. Es cierto, la mayoría de las administraciones locales son de JSRN pero si ponen en alerta a los del FdT que ninguno tiene aprobado o encarrilado su carpeta en la casi veintena aceptada. Sólo la gestión radical de Valcheta logró esa instancia de los ocho adherentes de la oposición.
La ejecución de Suelo Urbano tiene también sus tiempos. El IPPV solo utilizó 75 millones de los 1.000 millones reservados en el 2021 para construir servicios y concretar loteos.
Algunos -realmente- todavía no presentaron predios regularizados. Quienes lo hicieron están inquietos. Conesa tiene motivos porque aportó una extensa parcela al IPPV en abril pasado y nada suyo figura entre los admitidos. Ahora, con fondos locales, ese municipio del PJ avanza en la construcción de las redes, a 150 mil pesos por terreno. Es un costo bajo por la cercanía de los troncales.
Estas referencias conesinas desarticulan argumentos válidos y generales de la Provincia: falta de aporte de tierras y plan de alta inversión.
En contrapartida, la obra iniciadora de Suelo Urbano, el loteo del El Barrio Espejo de Cipolletti -con una planta complementaria- requerirá casi cuatro veces más que aquella estimación conesina.
Son repartos irresistibles para la política.
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