Seguimos muriendo por falta de respuestas

La violencia hacia las mujeres es un problema transversal. No tiene que ver con el lugar donde una mujer vive, no tiene que ver con las condiciones socieconómicas, ni con el nivel de instrucción de la víctima o del victimario.

Algunas de estas variables pueden exacerbar la violencia, pero no la determinan. La idea persistente de que el hombre es superior (aunque esta idea se disfrace) y de que la sociedad está estructurada de una manera inamovible producen violencia. Los femicidios son la consecuencia extrema de esta idea.

En Argentina, una mujer muere cada 30 horas por la violencia ejercida por un varón. Aplicar la perspectiva de género, una categoría que analiza los roles, identidades, valores y relaciones de poder que, en general, son favorables a los varones como grupo social y discriminatorias para las mujeres, permite en principio entender el entramado de la violencia machista, pero también actuar en consecuencia.

Mientras la sociedad no pueda crear relaciones más igualitarias persistirá el problema. El tema es, en el mientras tanto, cómo minimizar sus consecuencias.

Es cierto que hay muchas otras formas de dominación patriarcal, pero, luego del doble femicidio de Las Ovejas, permítanme detenerme en la peor de ellas: la muerte, porque la muerte no tiene vuelta atrás, no tiene términos medios, es el fin. Aunque, en el caso de los femicidios, antes de ese fin hubo en general un montón de alertas que nadie escuchó o que, en el mejor de los casos, minimizó.

Carina Apablaza había denunciado a Lorenzo Muñoz por abusar de su hija Valentina. Ambas fueron asesinadas por él, fueron asesinadas porque la Justicia en quien confió no supo protegerlas. No tuvo en cuenta la perspectiva de género. Tampoco supo protegerla la Policía, ni las instituciones. En definitiva, no supo protegerla el Estado.

La violencia no es un problema del ámbito privado. Es social y política. No le pasa a otra gente. Nos pasa a todos como sociedad.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios