“Orgullo para el CAB”

El refugio Alfredo Rocca tiene dos plantas. En la parte inferior está el ingreso principal, con un salón inicial para depósito de mochilas. Tiene un amplio salón comedor y dos cocinas (una para los caminantes que llevan su comida), depósito, sala de enfermería, dos pabellones sanitarios y cuatro dormitorios. En la parte alta hay otros 6 dormitorios (todos tienen 4 camas cuchetas para 8 personas) y dependencias del concesionario. También hay salidas de emergencia hacia uno de los laterales. Alvarez explicó que el refugio se construyó con estructura de acero galvanizado panelizado, con paneles de aislación térmica interior, revestimiento de madera (terciado fenólico) y chapa prepintada. Se trata de materiales durables y de fácil mantenimiento en la montaña. Todas las ventanas son termopaneles, tiene piso flotante con placas de madera y bancos y mesas de madera. La calefacción, la cocina y el agua caliente del lugar provienen de energía eléctrica, proveniente de una turbina de 16 kwa, emplazada a unos 500 metros del refugio. Esto implica que la cocina a gas solo se usará para emergencias. También los baños constituyen una novedad para la zona, ya que son del sistema seco, esto es, no usan agua. Los desechos van a una cámara, debidamente ventilada, donde por acción de la calefacción se desecan por “evapotranspiración”. Chiocconi dijo que “constituye un orgullo para el CAB, porque representa un hito en lo que se refiere a servicios para los visitantes de la montaña y al cuidado del medio ambiente”. Recordó que se enmarca en el acuerdo celebrado con la Administración de Parques Nacionales en el 2005, por el cual ambas Instituciones acordaron trabajar en conjunto en temas vinculados a refugios de montaña, senderos, rescates y demás aspectos relacionados a los mismos. Dijo que en este marco otros inmuebles serán ampliados y también podrían construirse otros dos nuevos. Chiocconi anticipó que en breve dejará la presidencia del CAB para abocarse de lleno a su cargo de concejal municipal.