Otorgan tierras de veranada a familia desalojada

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NEUQUÉN (AN).- El subsecretario de Tierras de la provincia, Eduardo Ferrareso, otorgó un lugar de veranada a una familia que hace dos semanas fue violentamente desalojada por policías de Loncopué con la asistencia de puesteros de la zona. El hecho fue denunciado por Daniel Espinosa y su esposa Guadalupe Riquelme quienes, desesperados y sin posibilidad de hacer la denuncia contra el comisario de Caviahue, llegaron a Neuquén para hacer públicas las agresiones y el riesgo de mortandad de sus animales, que quedaron en los pedreríos sobre la ruta. Luego de una semana de trabajo, la subsecretaría de Tierras les entregó una veranada en la zona cercana al Cajón de Hualcupén y les informó sobre la investigación que inició a partir de la desaparición de una docena de animales. Es que la policía de Caviahue dejó los cabríos y vacunos a cargo de los crianceros que habían denunciado y agredido a Espinosa, a su papá y un peón que los acompañaba, Alcides Romero. El jueves Ferrareso firmó el permiso de veranada para la familia Espinosa. Al mismo tiempo desde la Central de Trabajadores Argentinos se gestiona la reincorporación de Espinosa como empleado temporario del Ente Provincial de Termas pues, mientras estuvo detenido primero y buscando sus animales después, el hombre fue despedido de su cargo. Las gestiones las lleva adelante el dirigente César Sagredo quien asistió a los crianceros. “Ha sido como una pesadilla lo que nos ha pasado pero suerte nos han ayudado acá en Neuquén. Perdimos animales y la pasamos muy mal pero ahora tenemos un lugar para los animales. El hombre de Tierras nos trató muy bien”, dijo Guadalupe Riquelme. Según Espinosa, el puesto de veranada les había sido autorizado por Williams Rodríguez, en Zapala, pero cuando llegaron al Cajón de Hualcupen fueron corridos por la familia Encina y por un hombre llamado Daniel Palma, quien les apuntó con armas de fuego y llegó armado con la Policía. Hubo, explicaron, una orden de desalojo firmada por la jueza Luisa Squetino pero sólo les dieron doce horas sin tiempo siquiera para poder completar el arreo.


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