Otra chispa en un polvorín permanente

La noticia sobre la presunta profanación de un cadáver perpetrada por soldados alemanes también llegó ayer a las radios de Kabul. Pero todavía no se sabe cuándo llegarán las imágenes, que podrían echar mucha más leña al fuego.

Su publicación en Alemania se ha producido en un momento en que la situación en Afganistán es más tensa que nunca desde el derrocamiento del régimen talibán, hace cinco años. Y una sola chispa podría desatar una explosión.

Las consecuencias que tendrá la divulgación de las fotografías en Afganistán son impredecibles. Según observadores políticos en Kabul, el caso dañará la imagen del Ejército alemán y de las tropas de la ISAF.

También los extremistas y otros insurgentes podrían utilizar las fotografías para alimentar el odio hacia la ISAF y los extranjeros occidentales en general. Para algunos observadores en Kabul, la situación recuerda a mayo del año pasado.

» En aquel entonces, la revista estadounidense «Newsweek» publicó un informe que narraba cómo en el campo de prisioneros de Guantánamo, un Corán, el libro sagrado de los musulmanes, era tirado por el retrete. Los disturbios en Afganistán causaron 15 muertos, pese a que el informe era inexacto y la revista se disculpó.

» Después, en febrero de este año las controvertidas caricaturas de Mahoma volvieron a desencadenar protestas, y nueve afganos perdieron la vida.

» En mayo, un camión del Ejército estadounidense con frenos defectuosos colisionó contra un vehículo civil en Kabul. El mortal accidente desató la peor oleada de disturbios antioccidentales desde la caída de los talibán. La multitud saqueó Kabul un día entero y 20 afganos fallecieron.

Tampoco la ISAF se ha ganado demasiadas simpatías, sobre todo desde que en verano relevó a las tropas estadounidenses en el conflictivo sur. Ha matado a cientos de insurgentes talibán, pero también a decenas de civiles (DPA)