Otra perpetua a Barrientos por dos crímenes

El delincuente de Allen volvió a ser condenado en Chubut.

RAWSON (Télam y AR).- Horacio Gastón Barrientos, el peligroso delincuente allense que se encuentra procesado y con prisión preventiva por el crimen del policía neuquino Gabriel Jara, recibió ayer su segunda condena a prisión perpetua en suelo chubutense por el homicidio de dos uniformados durante el asalto a un cajero. El 2 de setiembre pasado, había recibido igual pena por el asesinato de cabo durante un asalto a un almacén.

La sentencia de ayer fue por el trágico asalto a un cajero del Banco de Chubut, ubicado en la sede del Ministerio de Hacienda de esa provincia, informaron fuentes judiciales.

El Tribunal de Justicia, presidido por el juez Florencio Minatta, dictó la pena máxima contra Barrientos y Walter Di Muro, a quienes encontró coautores de homicidio calificado para lograr impunidad. En tanto, a Jorge González y a Evaristo Miranda Regules les aplicó la misma pena, pero en carácter de partícipes primarios.

Otros juzgados en el debate fueron Jéssica Fernández, condenada a 12 años de prisión al ser considerada partícipe secundaria del hecho, y Roque Ortiz, que recibió 14 años bajo la misma calificación. En tanto, los jueces absolvieron a Mariela Vázquez, quien había llegado a juicio como integrante de la banda, y rechazaron por inconstitucional la declaración de reincidencia en su contra solicitada por los querellantes.

En la sentencia, se decidió que permanecerán bajo custodia los elementos de prueba expuestos durante este debate, dado que resta juzgar a Mabel San Martín, concubina de Roque Ortiz, que hace poco dio a luz y a Martín Espiasse, quien se encuentra prófugo.

Según se determinó en el juicio, el hecho ocurrió el 15 de junio de 2007 cuando dos de los asaltantes, González y Miranda Regules, ingresaron al Ministerio de Economía y sorprendieron a dos custodios, a quienes les robaron un maletín con 283.000 pesos destinados a la carga de un cajero automático.

En tanto, de acuerdo a los pesquisas, Barrientos, armado con una pistola y una ametralladora, se dirigió hacia el camión blindado que había quedado estacionado y golpeó en la cabeza al chofer, a quien le exigía la entrega de un presunto segundo maletín.

Por su parte, Espiasse redujo al chofer de un móvil policial de custodia que estaba allí, pero inmediatamente fue detenido por los policías Pablo Rearte y Oscar Cruzado y colocado boca abajo en un cantero.

En ese momento, Di Muro, que estaba en el exterior del edificio, abrió fuego contra los policías y luego se sumaron Barrientos y otro cómplice, que se encontraban ubicados estratégicamente en el playón del estacionamiento con fusiles de grueso calibre.


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