Otra señal de ejecutividad

opinión

Diego Von Sprecher

dievon@rionegro.com.ar

Datos

Hay “línea directa” entre los productores y el poder central y eso vuelve a encender la luz de alerta en la relación que mantiene el gobierno de Río Negro con la Nación que, una vez más, quedó “descolocado” frente a las gestiones que se están realizando para intentar darle un poco de oxigeno a la principal economía de la provincia.
El plan Frutícola que impulsa el ministro de Agricultura, Alberto Diomedi, no ha logrado el consenso necesario y Nación lo sigue mirando con desconfianza. Son más los rechazos que ha cosechado que las adhesiones.
Recientemente hubo otro indicio del distanciamiento en la relaciones con la provincia. Los empresarios, a través de la CAFI, también apostaron al diálogo directo. Golpearon directamente las puertas del Senado y consiguieron una Ley mediante la cual lograron, con el aval del presidente Macri, el diferimiento de unos 1.000 millones de pesos al sector privado.
La reunión de ayer y el cara a cara del presidente con los productores fue una muestra más de que el gobierno central tiene otra gimnasia: la de evitar la burocracia que suman contingentes de funcionarios viajando en avión a Buenos Aires y un sinnúmero de actores en enormes mesas de café que
–lamentablemente– dejaron pocos resultados positivos para la fruticultura. Ayer se priorizó la ejecutividad.
Mientras tanto, la Federación de productores sigue solicitando audiencia con el gobernador Weretilneck, algo que hasta la fecha no se ha concedido. Otro detalle de la burocracia existente.

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