Otro superhéroe de historieta salva el mundo

"El hombre araña"

NEUQUEN (AN).- Basada en el legendario súper héroe de la Marvel comics, se estrena la superproducción «El hombre araña». Es una creación del veterano escritor de cómics Stan Lee, que apareció por primera vez en el año 1962 y fue por muchos años uno de los proyectos cinematográficos más esperados.

En Village Cines Neuquén, el público podrá acceder a una versión en castellano y con diferentes horarios y a otra subtitulada, por lo que se deberá consultar las opciones.

Después de muchas especulaciones alrededor de la producción, Columbia pensó contratar al taquillero James Cameron («Titanic») para su realización, pero los largos plazos legales en relación a los derechos del personaje lo alejaron definitivamente del proyecto.

Tuvo un presupuesto de 139 millones de dólares. El rodaje enfrentó varios contratiempos. En marzo de 2001 se robaron parte del vestuario de la película, por lo que Columbia ofreció en abril 25 mil dólares de recompensa por cualquier información al respecto.

El otro incidente fue un poco más grave y le costó la vida a un operario. El 6 de marzo de 2000, el hombre, de 45 años, se cayó de una carretilla que hacía las veces de grúa, mientras soldaba parte del decorado de la película.

El 11 de setiembre de 2001, y como consecuencia del atentado al World Trade Center, se decidió levantar el trailer promocional que se difundía por Internet, debido a que en su escena final aparecían las hoy desaparecidas Torres Gemelas.

El actor elegido para personificar a Peter Parker (el hombre arácnido) y a su álter ego fue Tobey Maguire, el conflictuado joven de «Fin de semana de locos».

En una visita a un laboratorio, Parker es mordido por una araña genéticamente alterada. La picadura le otorga al joven agilidad y fuerza sobrehumanas, facultades que pondrá al servicio de la justicia y del bien.

En esa encomiable tarea, el Hombre Araña se enfrentará al malvado Duende Verde -personificado por Willem Dafoe-, quien se convertirá en el archienemigo del protagonista.

El encargado de concretar la llegada del superhéroe al cine es Sam Raimi, («Darkman», «Un plan simple», «Premonición» y productor de series televisivas como «Xena» y «Hércules»).

Raimi, quien se inició en truculentas cintas de horror y que, gracias a ello, ha reunido una nutrida legión de fans, eligió como protagonista a Maguire.

Se ha dicho que si bien Maguire (25) dista mucho de la imagen pre concebida que se suele tener del héroe arácnido, es un joven actor que cuenta con una vasta experiencia en el mundo cinematográfico. Sus créditos incluyen, entre otras, las elogiadas «Paseo con el diablo» («Ride With the Devil») y «Tormenta de hielo» de Ang Lee, «Fin de semana de locos» («Wonder boys») y «Las Reglas de la Vida» («The Cider House Rules»).

El guión quedó en manos de un experto en el cine de aventuras: David Koepp, responsable de «Jurassic Park» y «Jurassic Park: El mundo perdido», «Misión Imposible» y «Ojo de serpiente», entre otros.

«Mi nombre es Sam»: Sean Penn en una historia sensible

NEUQUEN (AN).- «Mi nombre es Sam» es un filme acerca del amor, la paternidad y de los vínculos familiares, en el que Sean Penn nuevamente deslumbra por su calidad actoral.

En el filme que se estrena hoy en Village Cines Neuquén, a las 12, 14.40, 17.15, 20, 22.45 y 1.20, Sam Dawson (Sean Penn) es un padre particular, tiene una edad mental de siete años y debe criar a la hija que tuvo con una mujer sin hogar. Está empeñado en criar a su pequeña Lucy (Dakota Fanning) con la ayuda de un extraordinario grupo de amigos.

Las autoridades del colegio al que asiste la niña deciden denunciar el caso ante la justicia cuando Lucy cumple siete años y empieza a superar a intelectualmente a su progenitor.

Desesperado, Sam consigue que una prestigiosa abogada tome el caso, que llegará a los tribunales. Enfrentado con un juicio aparentemente perdido, el hombre jura luchar contra el sistema legal y para ello concreta una alianza improbable con Rita Harrison (Michelle Pfeiffer), una ensimismada y muy prestigiosa abogada, que inicialmente toma el caso como un desafío de sus colegas.

Superficialmente, los dos no podrían ser más diferentes pero, en realidad, ellos son sutilmente similares. La naturaleza compulsiva de Sam es como un reflejo de la conducta obsesiva de Rita, más aceptada socialmente. Su necesidad maniática de perfección y éxito la ha alejado de su propio hijo, a quien le ha estado desmoronando, poco a poco, su autoestima.

Juntos, ellos se esfuerzan para convencer al sistema de que Sam merece recuperar a su hija y, en el proceso, establecen un vínculo que resulta un extraordinario testimonio del poder del amor incondicional.


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