“Packaging”, un termómetro que marca la dinámica de la industria argentina
Cuestiones a resolver para crear las condiciones que ayuden a hacer más competitiva la actividad a escala global. Buscan hallar un equilibrio entre la funcionalidad y los materiales que redunde en un desarrollo sustentable.
UNAS 8.000 FIRMAS FABRICARON 1.300 MILLONES DE ENVASES Y EMBALAJES AL AÑO
La industria del “packaging” creció un 1% durante el 2014, cuando sumó un total de 4.241.000 toneladas, respecto de las 4.199.000 del 2013, según el Instituto Argentino del Envase (IAE). Jorge Acevedo, gerente general de la entidad, destacó que la actividad es un “termómetro para la industria en líneas generales”, ya que “las variaciones en el ritmo de producción por unidades reflejan el desenvolvimiento de las distintas cadenas sectoriales” (ver cuadro).
Abarca un grupo heterogéneo de materiales, desde el vidrio hasta los metales (ferrosos y no ferrosos), las cajas de cartón, cartulina, papel, los cajones de madera y los tipos flexibles que se adaptan con mayor facilidad a las características de los productos. Excepto los envases de madera y vidrio, los demás tuvieron alzas el año pasado. Las presentaciones más habituales fueron las botellas y los recipientes, las bolsas y los envoltorios. En la actividad participan, incluso, los fabricantes y los importadores de las materias primas y los proveedores de maquinarias.
El crecimiento de los envases flexibles, seguido por los de PET (poliereftalato de etileno), permitió prever cambios en las tendencias de los materiales, siempre próximos a la sustentabilidad. El PET está siendo reutilizado, aumentan los envases biodegradables y las bolsas de papel reciclable intentan reemplazar a las de polietileno. “Muchas veces el fabricante supone que beneficia al medioambiente con la reducción de espesores, pero llega un momento en que se pierde calidad –explicó Acevedo–. Hay que buscar un equilibrio entre la funcionalidad y los materiales”.
Las Segundas Jornadas Celulósico-Papeleras 2015 consolidaron, en mayo pasado, los resultados de las primeras y abordaron el futuro de la industria. Sus cuatro ejes centrales fueron: el mercado, la comunicación, la responsabilidad social empresaria y la innovación tecnológica. Osvaldo Vassallo, presidente de la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel (AFCP), convocó a representantes del sector a “agruparse para ir detrás de un proyecto foresto-industrial” y a “trabajar en innovación, productividad y logística”. Directivos de las empresas se refirieron a la necesidad de crear las condiciones que ayuden a la competitividad a escala global, para lo cual es preciso resolver cuestiones de infraestructura, como la energía y el transporte; mejorar el sistema educativo; que exista libertad de comercio, ya que la competencia es lo único que ayudó al crecimiento, y estabilidad tributaria para promover las inversiones.
La Cámara de Fabricantes de Envases Metálicos y Afines lanzó la campaña “Si viene en lata es bueno” para transmitir que los alimentos así presentados –en acero– son saludables, seguros, prácticos y sustentables”. Y detalló: “Saludables, porque la esterilización garantiza los mantenimientos de las propiedades nutricionales, la calidad y el sabor sin conservantes. Seguros, porque al estar así envasados y esterilizados, los alimentos se mantienen intactos: dos años en el caso de los vegetales, tres en el de las frutas y cuatro en el de los pescados. Prácticos, por no requerir refrigeración y proporcionar productos fuera de estación. Por otra parte, son 100% reciclables y altamente degradables”.
El área de control de calidad de la Inspección de Frutas y Hortalizas del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) estudió los usos de envases y embalajes en los productos frutihortícolas, ya que allí se comercializan anualmente con ellos, en promedio, 75 millones de “bultos” (cajones, bolsas, cajas, etc.). Consideró que el “packaging” de tales productos tiene como objetivo contenerlos y protegerlos al facilitar su manipulación en las tareas de carga, descarga, transporte, almacenamiento y ventas. El envase es, además, una herramienta de la promoción y para el diseño de estrategias de diferenciación de acuerdo con los estudios previos de mercado.
En la Argentina es frecuente la reutilización de envases, particularmente para producciones que se encuentran cerca del MCBA. Y aunque los empleos de los usados resultan más económicos, por las mayores posibilidades de amortizarlos, tienen inconvenientes por subutilización del transporte; ocupaciones de espacios en almacenes o depósitos; requerimientos de recursos y personal para las entregas o recepciones; pagos o cobranzas para los alquileres, estibas, limpieza, reparaciones y controles; más riesgos de contaminaciones o deterioros de los productos por roturas, suciedad y restos de los envasados con anterioridad.
En los países con mayor conciencia ecológica, los consumidores prefieren cada vez más empaquetados reciclables, biodegradables y que se desechen de manera segura, utilizando mayormente cartón, cartulina, papel, madera y/o vidrio.
La Argentina produce el 100% de los envases y los embalajes que necesita. Algunos fabricantes recurren a materias primas importadas, principalmente de la India, China y los Estados Unidos, pero afrontaron dificultades para traerlas, con lo cual se resintió la cadena productiva. Por otra parte, hubo exportaciones de envases de vidrio y flexibles a Paraguay y Uruguay.
La Argentina es pionera en “packaging” y uno de los países más avanzados de América Latina, con equipamientos de última generación. En el 2013, alrededor de 8.000 firmas fabricaron 1.300 millones de envases y embalajes y con los mismos facturaron aproximadamente 35.000 millones de pesos.
Los consumidores son más o menos atraídos por los productos ubicados en las góndolas o estanterías de los comercios, eligiéndolos por el atractivo, la información y la seguridad del “packaging”. Los cambios tecnológicos apuntaron a mantener los productos por más tiempo en esos espacios y a reducir las pérdidas. Uno de los mayores desafíos es, entonces, atraer y mantener la atención de los posibles consumidores durante los instantes en que pasan por delante de los puntos de venta. Por eso las empresas procuran diferenciarse con creaciones originales y mayor valor agregado; de menor tamaño, colores llamativos, fáciles de abrir, de mejor adaptación a los usos cotidianos y que garanticen las conservaciones.
Envase y producto constituyen una unidad comercial indivisible con dos elementos principales: la funcionalidad y el marketing. En ocasiones, el “packaging” es tanto o más importante que el producto que contiene.
La actividad se expandió y abarca todo lo que implica la fabricación, la distribución, la comercialización y su valorización (reciclado, reutilización o incineración).
Desde el IAE tratan de concientizar sobre un “Protocolo Global para el Diseño de Envases Sustentables”, preparado por las principales empresas mundiales del sector, cuya aplicación es voluntaria. El instituto “no fiscaliza sino que procura orientar y capacitar”. Es una entidad sin fines de lucro, creada en 1969 para promover el desarrollo general de la industria y contribuir a mejorar la calidad de vida y respetar el medioambiente. Desde 1988 efectúa exposiciones dedicadas a los procesos y las tecnologías, donde las empresas presentan sus productos y/o servicios y los visitantes descubren los avances. En su sede porteña actúa la secretaría general de la Unión Latinoamericana del Embalaje (Olade). Además, integra la World Packaging Organization (WPO, Organización Mundial del Packaging) y la Confederación de Organizadores de Exposiciones de Packaging. (COPE).
Los esfuerzos y las innovaciones, frente a un panorama nacional complejo a nivel macroeconómico, se reflejarán en “Envase Alimentek 2015”, la muestra por realizarse del 4 al 7 de agosto en el Centro Costa Salguero de la Ciudad de Buenos Aires y que cada dos años organiza el IAE en la Argentina y Perú. Ofrecerá las novedades de los sectores que componen la industria: alimentos, bebidas, farmacia, gastronomía, cosmética, supermercados, agro, construcción y calzado, entre otros.
“Comprobamos, cada vez más, la existencia de envases activos, inteligentes, llamativos y sustentables. Éstas son características que, complementadas con una mayor concientización sobre el reciclaje, conllevan un valor agregado para toda la economía del país”, dijo Acevedo. Asimismo, alentó a las empresas a “romper con las estructuras tradicionales y apostar por los diseños innovadores, que sobresalen en las góndolas”. Sostuvo que “en un contexto de transición en el país, las ventas de ciertos productos de consumo masivo suben mientras otras caen, y esto constituye un desafío: entender las necesidades de los consumidores y cumplir con sus expectativas, pero también redoblar los esfuerzos para atraerlos”.
Miguel Ángel Fuks
miguelangelfuks@yahoo.com.ar
UNAS 8.000 FIRMAS FABRICARON 1.300 MILLONES DE ENVASES Y EMBALAJES AL AÑO
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