Pagarán hasta u$s 50.000 por cada caja saqueada

Los clientes damnificados por el increíble asalto con toma de rehenes deberán ajustarse a un contrato que impone un monto tope de indemnización. Los delin

BUENOS AIRES (DyN).- El Banco Río informó ayer que indemnizará con hasta 50 mil dólares a los dueños de las cajas de seguridad saqueadas durante el robo a la sucursal de Acassuso el último viernes, de acuerdo al contrato firmado por la entidad con los clientes, siempre y cuando los damnificados comprueben que poseían una cifra igual o superior a ese monto.

«El Banco Río asumirá las responsabilidades que le corresponden hasta el límite de 50 mil dólares previsto en el contrato de las cajas de seguridad, previa razonable comprobación del contenido declarado por el cliente», dijo el gerente de Relaciones Institucionales y prensa del Banco Río, Juan Pablo Franco.

Explicó que cada damnificado «tiene que dar algunos elementos que permitan deducir que era razonable que tuviera esos montos» a través de diferentes formas, como por ejemplo «el movimiento de cuenta bancarias, si ha hecho una venta de un bien, si cobró una herencia o la declaración de Ganancias».

En caso de que el Banco decida abonar el máximo del dinero previsto en el contrato, la cifra será de 7.250.000 dólares.

Los empleados de la sucursal Acassuso del Banco Río, situada en Libertador y Perú de esa ciudad, continuaron ayer recibiendo a clientes de la entidad donde el viernes pasado ladrones tomaron a 23 personas como rehenes durante siete horas, para luego huir por un túnel con dinero y joyas de 145 de las 408 cajas de seguridad y 600 mil pesos del tesoro.

Los asaltantes escaparon por un boquete hecho en una de las medianeras de hormigón del banco que comunicaba a un túnel conectado a un desagüe pluvial ubicado a unos 15 metros por debajo de la calle.

Los investigadores tratan de determinar además cómo se hizo el túnel que daba al banco, si estaba registrado y si algún entregador aportó el dato a la banda.

En el marco de la causa que lleva adelante el fiscal de San Isidro, Jorge Apolo, el Grupo Halcón y de la Policía Científica de la Bonaerense hallaron el lunes en un de

sagüe un gomón desinflado que podría haber sido utilizado por los delincuentes en su fuga.

Una versión indicó, además, que las alarmas antisísmicas del banco, que permiten detectar movimientos de tierra y son usadas para impedir la actuación de boqueteros, habían sido desconectadas, pero Franco lo desmintió. Además explicó que fines de semana o feriados las alarmas están continuamente conectadas, pero en el horario de atención al público se van desactivando de acuerdo a las distintas áreas donde haya gente, pues en caso contrario sonarían.

«El día que se produjo el asalto había un cliente en las cajas de seguridad y, obviamente estaba desactivada», contó Franco a esta agencia. Asimismo, dijo que si fue desactivada la alarma es fácilmente comprobable pues eso queda registrado en las centrales de la policía correspondiente (en este caso la Departamental Tigre), de la empresa que presta el servicio y la repetidora con la que cuenta el propio banco.

Por su parte, fuentes del caso rectificaron una información acerca de la existencia de alarmas para detectar movimientos en las paredes de hormigón de la bóveda.

«La entidad no tiene bóveda sino un recinto protegido con un sistema de detectores infrarrojos de movimientos pero ese recinto no está contra la medianera», dijeron. Y explicaron que contra la medianera hay una sala de máquinas y después está el recinto del tesoro con ocho tesoros móviles, cada uno de lo cuales cuenta con sensores sísmicos y un doble mecanismo de retardo de cerradura y cámaras de circuito cerrado. «Cualquier intento de violación de la seguridad de todos estos campos dispara una alarma policial para que intervenga», indicaron.


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