Pagaron $ 10.000 y el hijo estaba en casa de la novia

El chico se había quedado sin batería en el celular

ALLEN (AA).- Una vecina de Allen y su hijo vivieron en carne propia el martirio de un secuestro virtual. Con datos precisos de los movimientos de la familia y una amenaza de muerte que reiteraban mientras corrían los minutos, delincuentes los extorsionaron y les terminaron exigiendo dinero para “liberar” a otro de los hijos de la mujer al que decían tener cautivo. Las víctimas cayeron en el engaño y -según informaron fuentes oficiales- terminaron dejando una bolsa con 10.000 pesos para acabar con la angustiante situación en la que creían estar inmersos.

Todo comenzó el martes cerca de las 19 en una vivienda de una conocida vecina de Allen, la cual pidió expresamente que se reserve su identidad. En ese momento la mujer se encontraba con el mayor de sus dos hijos cuando sonó el teléfono fijo. Del otro lado de la línea un hombre se presentó como el comisario Díaz, quien dudó ante algunas preguntas que le hizo la mujer y de manera inmediata lanzó: “Señora su hijo está en problemas”.

La vecina cortó y con uno de sus hijos, el mayor, intentó comunicarse al celular de su otro hijo, el menor, que estudiaba en Cipolletti. Pero el celular daba apagado y casi de inmediato el fijo de la casa volvió a sonar. Atendió el hijo mayor y la voz de un hombre anunció: “Tenemos a tu hermano, hagan lo que les vamos a pedir y no le avisen a la policía”. Los delincuentes utilizaron datos precisos. Sabían en qué automóvil se movilizaba el chico que aseguraban tener secuestrado, qué había hecho su madre durante el fin de semana y otras informaciones de la familia.

Después comenzaron a pedirles dinero. Decían que al joven lo estaban golpeando y que lo iban a “hacer boleta”. Los delincuentes fueron cambiando el punto en el que madre e hijo debían arrojar la bolsa con la plata y pidieron un número de celular para poder seguir la negociación. Finalmente fijaron un lugar, en cercanías de la pasarela del barrio Vidriera.

Cerca de las 22:30 ambos fueron hasta allí y arrojaron una bolsa con el dinero.

Pero luego de eso el chico supuestamente secuestrado no aparecía y los delincuentes seguían dilatando los tiempos. Decían que lo iban a dejar en la curva de Fernández Oro, a un costado de la ruta o en la zona del “Laguito” de Allen. Finalmente cortaron.

Después las víctimas fueron a Cipolletti y llegaron hasta la casa de la novia del chico supuestamente secuestrado. El joven estaba allí sano y salvo. Su celular se había quedado sin batería. Todo había sido parte de un secuestro virtual, una pesadilla que los llevó a pensar lo peor.

secuestros virtuales y cuentos del tío


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