Paloma vuelve a mostrar su gracia en el Colón

BUENOS AIRES (AFP).- La formidable bailarina argentina Paloma Herrera volverá al nido al presentarse en el Teatro Colón de Buenos Aires con su nuevo 'partenaire', Guillaume Côte, primer bailarín del National Ballet of Canadá, con quien dará tres funciones de «El lago de los cisnes».

«Para mí es muy especial cada vez que vengo a la Argentina, el público es maravilloso y es fascinante mostrar lo que hago afuera», dijo en una rueda de prensa la artista, estrella del American Ballet Theatre (ABT) de Nueva York.

Herrera, de 30 años, vive desde los 15 años en Nueva York a donde llegó contratada por el prestigioso ABT y desde los 19 años es la primera bailarina de esa compañía.

Herrera y Côte se lucirán a partir del viernes junto al ballet estable del Colón para dar vida al clásico de Piotr Ilitch Tchaikovsky, según las versiones de Marius Petipa y Jack Carter, y con coreografía de Mario Galizzi.

La artista bailará los dos personajes femeninos principales del Lago de los Cisnes, que son la princesa Odette y el cisne negro Odile, hija del hechicero malvado Von Rothbart. «

Yo siempre hice los dos roles», dijo Paloma al referirse a las muchas oportunidades en que interpretó esa obra, y destacó que con esa versatilidad «en una función uno puede mostrar toda la gama de lo que uno es».

«Yo doy 100%, sea en el Teatro Colón o en el teatro más chiquitito del mundo ante dos personas», enfatizó la bailarina, que trajo a la Argentina a su entrenadora, la ex bailarina Irina Kolpakova, que brilló en el Kirov Ballet ruso.

En la rueda de prensa Kolpakova recordó como fue la llegada de una tímida Paloma a los ensayos del American Ballet Theatre. «Tenía 15 años, era tímida y con enormes ojos marrones… era una niña joven y talentosa y hoy es una gran bailarina», dijo emocionada en inglés, con traducción simultánea.

En tanto, Cotê describió a Paloma como «la mejor bailarina de estos tiempos y de todos los tiempos».

La bailarina argentina, que comenzó sus estudios de danza clásica a los siete años, afirmó que le encantaría enseñar ballet cuando cuelgue sus zapatillas, pero dejó en claro que por ahora no planea abandonar los escenarios. «Vivo el día a día, empecé a bailar muy joven y no sé ni cuando ni como me voy a retirar, sé que hoy disfruto muchísimo del escenario», afirmó.

Herrera aportó su explicación al éxito de los bailarines latinos en el mundo de la danza actual. «Le ponemos mucha garra a lo que hacemos, eso se ve en el escenario y al público le llegó», afirmó.

La próxima semana, después de cerrar sus tres presentaciones en el Colón, Paloma retomará su rutina de primera bailarina del ABT, que incluye giras ya programadas en Estados Unidos y Europa. Herrera vivió en Buenos Aires hasta los 15 años y sólo ocasionalmente vuelve a la ciudad, donde residen sus padres.