PAMI no pagó y desde hoy las clínicas no atienden
La decisión de los dueños de las clínicas privadas en el Alto Valle y el Valle Medio rionegrino se adoptó ante el incumplimiento de la obra social que abarca a jubilados y pensionados.
ROCA (AR)- Las horas pasaron, PAMI central no emitió ninguna señal concreta y el plazo de dos días que la Federación de Clínicas de Río Negro impuso para evitar el corte de las prestaciones se consumió anoche. En consecuencia, más de 30.000 jubilados deberán optar desde hoy por dos penosas opciones si necesitan internarse por un problema de salud: pagar de su bolsillo o rezar para que en el hospital público de su ciudad haya camas disponibles para recibirlos.
Los dueños de los sanatorios privados esperaron hasta la tarde una comunicación desde Buenos Aires, pero el contacto no llegó y todo se encaminó hacia la interrupción de los servicios para los afiliados a la obra social en la provincia.
La pretensión de los directivos de Feclir era confirmar la voluntad de pago por parte de las autoridades del PAMI, que la semana pasada se habían comprometido a cancelar una deuda de 7,7 millones de pesos con transferencias semanales. Sin embargo, el primer pago de 1,4 millón de pesos no fue seguido por un giro similar y desde los nosocomios decidieron endurecer la postura.
Fuentes de Feclir informaron que desde la Gerencia Nacional de Prestaciones Médicas se comunicaron ayer por la mañana y aseguraron que por la tarde acercarían una oferta. Sin embargo, no hubo novedades sobre una posibilidad concreta de achicar la deuda.
El mismo dirigente indicó que «llamaron pensando que las prestaciones ya estaban cortadas. Cuando les dijimos que corría un plazo de 48 horas nos prometieron volver a contactarse, pero no lo hicieron. Es algo que pasa habitualmente».
Mientras tanto, en medio de la negociación quedó el nuevo gerente del PAMI en Río Negro, Alejandro Correa, que hasta ayer desconocía cuál sería la decisión de las autoridades nacionales respecto del pasivo con los prestadores.
Cabe recordar que uno de los argumentos esgrimidos desde Buenos Aires para no concretar los desembolsos tiene que ver con la carencia de auditorías que confirmen si lo facturado por los nosocomios es lo que corresponde pagar.
La otra dificultad está centrada en la pretensión del PAMI
de cambiar el sistema de prestaciones, para retornar a una cápita.
Ocurre que Feclir ya anunció que no se sentará a debatir los cambios hasta no haber recibido la totalidad de sus acreencias, por lo cual todo aparece sobre un terreno empantanado.
Correa sostuvo ayer que ambas partes deben propiciar «un equilibrio, para arribar a un acuerdo en el que todos los sectores salgan ganando».
El funcionario admitió que desde PAMI central sospechan que puede existir algún servicio sobrefacturado, pero reconoció que fue la obra social la que no arbitró los medios para realizar las auditorías correspondientes y en caso de comprobar algo fuera de lugar establecer los débitos necesarios.
Más allá de toda esta discusión, los jubilados rionegrinos que viven en el Alto Valle y Valle Medio (el 80% del padrón de la provincia) palparán nuevamente hoy la falta de garantías que padecen en materia de atención a su salud.
Un problema que aparece sistemáticamente y nadie resuelve en función de lo más importante: la vida de los afiliados.
ROCA (AR)- Las horas pasaron, PAMI central no emitió ninguna señal concreta y el plazo de dos días que la Federación de Clínicas de Río Negro impuso para evitar el corte de las prestaciones se consumió anoche. En consecuencia, más de 30.000 jubilados deberán optar desde hoy por dos penosas opciones si necesitan internarse por un problema de salud: pagar de su bolsillo o rezar para que en el hospital público de su ciudad haya camas disponibles para recibirlos.
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