Panessi rechazó la construcción del mega hotel

VILLA LA ANGOSTURA (AVLA) – Como era previsible, el intendente Hugo Panessi rechazó la propuesta de construcción de un hotel de 1.000 plazas en la localidad pero dejó la puerta abierta para que los inversores reformulen el proyecto de modo que no se contradiga, básicamente, con la nueva ordenanza de regulación hotelera, la número 1416/03, anexo del Código de Planeamiento Ambiental Urbano de Villa la Angostura, que entró en vigencia de modo pleno a partir del 6 de enero de 2004.

Sin embargo, con fecha 25 de noviembre, Presilco SA, en sociedad con el estudio arquitectónico GIAD, habían ingresado un expediente que preveía en sus puntos más relevantes una inversión de 60 millones de dólares para el emprendimiento hotelero que generaría, según la presentación, unos 700 puestos nuevos de trabajo -entre la etapa constructiva y operativa- y un posicionamiento mundial de la Angostura como destino turístico.

Seguramente fue la esperanza de sus promotores acogerse a la legislación vigente al momento de su solicitud que al superar las 120 plazas les permitía aún un tratamiento particularizado previa consulta al Consejo Municipal de Planificación y Desarrollo (COMPLADE) y al Enviatur.

De hecho, Fabián Mirabete, el anterior titular del área durante la gestión municipal que finalizó en diciembre de 2003, había informado en su momento de una verdadera «corrida» de presentaciones ante la inminencia de un cambio en las reglas del juego.

Por eso, la medida puede interpretarse sin temor como un éxito de la Asociación de Hoteles, que desde un primer momento presionó para que el tema fuese desechado a libro cerrado. Fueron, de lejos, el sector más movilizado y capitalizaron a su favor la nostalgia legítima de antiguos vecinos que ven cómo la villa se aleja paulatinamente de ser un pueblito entre montañas; y los más nuevos, que quieren preservar a toda costa la seguridad, calidad de vida y valor de sus inmuebles, ganados allende cientos de kilómetros de sus inquietantes metrópolis de origen.

Puertas adentro del gobierno justicialista, la resolución de Panessi privilegió la opinión de quienes hicieron de la cuestión un tema de neto corte político doméstico, respaldado en la promesa electoral de no tomar decisiones contrarias a lo que las instituciones angosturenses demanden. Edgardo Krembs, presidente del Deliberante, fue un operador clave en ese sentido.

Perdió espacio, en cambio, la visión técnico turística que aconsejaba al Ejecutivo aprovecharse de la mayor inversión de la historia de la localidad para usarla de ariete ante la Nación y la provincia y obtener así las mejoras en infraestructura básica que la Angostura -con o sin mega hotel- requerirá crecientemente en los años venideros. La promoción gratuita a nivel internacional del destino Angostura era otro de los argumentos fuertes de esta tesitura que, no obstante su fracaso, logró relativizar el rechazo como para no dar la imagen de que los grandes inversores no son bienvenidos en la zona norte del Parque Nacional Nahuel Huapi.

Habrá que ver si el propietario de las 18 hectáreas con costa de lago -Presilco SA- y el estudio especialista en emprendimientos turísticos, se sienten tentados a poner nuevamente en juego su creatividad en materia de proyectos.

El contenido de la resolución

VILLA LA ANGOSTURA (AVLA) – Si bien Panessi rechazó el expediente 43 – P – 03 que pedía autorización para construir el hotel de las 1.000 plazas, trascendió que en su resolución se invita a los inversores involucrados a presentar una nueva propuesta que contemple las características de la comunidad.

En las consideraciones previas se alude a la reunión del COMPLADE del 24 de febrero, donde el organismo se expidió en forma casi unánime en contra de la iniciativa.

También se dice que la comunidad, de modo directo o a través de sus instituciones, ha manifestado el perfil del crecimiento en consonancia con su identidad y necesidades.

Que el crecimiento de los últimos diez años impone de parte de las autoridades una firme conducta de regulación y control al índice de construcción y de instalación de establecimientos hoteleros.

Por último, la argumentación indica que a la luz de la propuesta resulta clara la desproporción entre el crecimiento pretendido por la comunidad y el que generaría el emprendimiento solicitado, con el resultado consecuente de un evidente desequilibrio en lo que se refiere al funcionamiento de todos los actores económicos del pueblo; sin un beneficio ostensible para éste.