Para el juez, el caso Fernández todavía no se cerró 

NEUQUEN (AN).- La causa del asesinato del diputado Adrián Fernández «está lejos de estar cerrada; faltan muchas pruebas y pericias que ya están ordenadas», aseguró ayer el juez Eduardo Badano, que lleva adelante la investigación.

Las declaraciones del magistrado contrastan con la opinión del gobierno. Después de que apareció muerto Fabián Fañanas, el único sospechoso del crimen, el ministro de Gobierno, Jorge Gorosito, dijo que la investigación estaba cerrada.

«La causa está lejos de estar cerrada, está acotada a las pruebas que puedan producirse y a sus conclusiones. Ya están pedidas y creo que a principios de la semana que viene las voy a tener para analizarlas junto con otras pericias», sostuvo el magistrado en declaraciones formuladas a «Río Negro».

Badano señaló que «policialmente puede ser que la causa esté cerrada por haber localizado al presunto autor del hecho y por el desenlace del mismo, pero no judicialmente.

Sin embargo, el magistrado no quiso polemizar con el ministro de Gobierno. «Con esto no quiero contradecir a Gorosito, porque son funciones distintas», aclaró.

Con respecto a los pasos que se siguieron luego del hallazgo del cuerpo de Fañanas, el viernes declararon los policías que lo encontraron en un cañadón, situado a 2.500 metros de la chacra donde vivía el diputado Fernández. Son los cuatro efectivos que presenciaron el suicidio del joven cordobés, sobre el que informó el gobierno y los investigadores.

El juez Badano espera el resultado de las pericias químicas y balísticas, entre otras, y quiere tener el expediente en la mano para determinar si es necesario tomarle declaración a otras personas.

Ayer una hermana de Fañanas llegó desde Córdoba a esta ciudad para retirar el cuerpo del presunto asesino del Fernández.

Ante esto, el juez Badano informó que no le tomó declaración a la mujer y que ésta no le manifestó objeciones respecto a la muerte de su hermano Fabián.

Los hechos

Al diputado Fernández lo asesinaron en su casa el martes último a la madrugada. Le dispararon tres tiros. Uno dio en un brazo, otro en la zona abdominal y el tercero no habría impactado en el cuerpo.

En la vivienda había dos testigos, Berta la mujer del político y Graciana, la suegra.

La hipótesis oficial del crimen gira alrededor de una promesa laboral incumplida de parte del caudillo de Centenario. Tampoco se descarta motivaciones pasionales por el noviazgo interrumpido entre Fañanas y Mariana, la hija del legislador.

La policía demoró más de 48 horas en encontrar al joven cordobés.

Apareció el jueves a la mañana escondido muy cerca de la ruta provincial 7. La policía dice que cuando lo estaban por detener se pegó un tiro en la boca con un revolver calibre 10 milímetros, el mismo que Fañanas habría utilizado para atacar a su víctima.

El viernes la policía exhibió todo el armamento que el presunto asesino transportaba en su mochila. Encontraron cerca de 500 proyectiles de distinto calibre, una escopeta Winchester, tapones para los oídos, una cartuchera y un portacargador, entre otros elementos.