Para Zanon, la fábrica está usurpada y temen accidentes

El presidente de la firma aseguró que la ocupación "atenta contra el derecho a la propiedad privada" y la libertad de trabajo. Dijo que la venta que se hace es hurto.

NEUQUEN (AN).- Luis Zanon, presidente del directorio de la sociedad anónima propietaria de la fábrica de cerámicos instalada en el parque industrial de esta ciudad, dijo que «la usurpación» del establecimiento «atenta contra el derecho a la propiedad privada» y vulnera la libertad de trabajo de «todos los que quieren trabajar. La empresa consideró que la venta que el sindicato hace de la producción actualmente es un «hurto» y quienes la adquieren, además de «la condena moral», resultan «cómplices» de la situación.

Según Cerámica Zanon, la ocupación de la planta y la reactivación por parte del gremio ceramista es posible en virtud de «la demora de la justicia para intervenir», que deteriora «aún más la situación de la empresa», ya que no es posible «ninguna solución sustentable desde la ilegalidad». También pidió la «rápida intervención de las autoridades del gobierno neuquino y del Poder Judicial» para desalojar la planta y de esa manera recuperar las instalaciones.

Después del anuncio del sindicato que conduce Raúl Godoy sobre la reactivación de Cerámica Zanon, el empresario dijo -en un comunicado distribuido ayer- que se violaron los precintos de seguridad para encender los cuatro hornos -uno de porcellanato, dos de monococción y uno de tercer fuego- y en consecuencia, «el uso del gas sin asistencia técnica» configura un panorama donde «se exponen al peligro de accidentes fatales a toda la planta y su área circundante».

Zanon añadió que los accionistas invirtieron «más de 100 millones de dólares para levantar la empresa» y son «los únicos dueños de las instalaciones, la marca y el fondo de comercio». Los acreedores, en caso de no cobrar los préstamos otorgados «solicitarán liquidar la sociedad y desmantelarla».

Indicó que la planta está «tomada por un grupo minoritario de ex trabajadores» cuya actitud «cercena el derecho a la propiedad, obstruye el derecho al trabajo de 200 empleados, entre operarios y técnicos» que firmaron el 19 de febrero pasado un plan presentado por la empresa para la reactivación. Zanon dijo que ese plan «es el único viable» y que los directores y accionistas que «recibieron amenazas anónimas» ayer, ya presentaron denuncias judiciales.

Los ocupantes de la fábrica, concluyó Zanon, plantean «soluciones mágicas y precarias» en lugar de soluciones que permitan a la compañía «generar cuanto ante los fondos para pagar sus obligaciones de corto y largo plazo».

También anunció a los clientes que la compañía «no se responsabiliza por la mercadería que actualmente se comercializa fuera de la red» con su marca porque resulta «producto del hurto».

La empresa coordinó la reactivación con un sector de ex trabajadores escindidos del sindicato de ceramistas sobre la base de un esquema de sustentabilidad que implica la salida del convenio colectivo de trabajo. Desde noviembre, cuando la fábrica decidió el cierre de la planta, despidió al personal, por lo cual son todos «ex trabajadores que no representa el gremio», indicó un vocero de la firma.

El mismo vocero dijo que el convenio se firmó con 200 personas y que la puesta en marcha de la producción implica un riesgo muy importante para la seguridad del establecimiento.


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