Parte de Roca sin agua y con cloacas desbordadas

La ciudad sufre estos problemas casi a diario. Un cambio de caño se convirtió en un severo trastorno.

ROCA (AR).- Lo que comenzó como un simple cambio de caños viejos de la red de agua, se transformó en pocos días en un trastorno permanente para los vecinos que viven sobre calle Alsina, entre Neuquén y Avenida Roca, en esta ciudad, y también en los alrededores.

Ocurrió que no sólo debieron enfrentar los problemas lógicos relacionados al corte del servicio, la rotura de las calles y su efecto en el tránsito, sino que además debieron soportar el desborde de aguas servidas, olores nauseabundos y la posibilidad de que el agua de red estuviera contaminada.

Así lo denunciaron públicamente, pidiendo explicaciones a Aguas Rionegrinas (ARSA), responsable de los trabajos.

Ayer, tras el corte de agua, los vecinos vieron restablecido el servicio, aunque mostraron su preocupación por una posible infiltración de aguas cloacales en los caños del agua corriente, y también exhibieron sus dudas acerca de la potabilidad del agua que deben consumir a diario. Por esto, desde Medio Ambiente local y Bromatología se decidió intervenir y ayer por la mañana se tomaron muestras para analizar el líquido.

Desde ARSA, en tanto, no pudieron obtenerse detalles de las obras ya que en la delegación local se excusaron de dar explicaciones porque el titular, Gabriel Bayón, ayer no se encontraba en la zona.

La odisea comenzó el viernes pasado cuando, personal de la empresa Sencocard S.R.L. contratada por Aguas Rionegrinas (ARSA), cortó el suministro de agua para realizar el cambio de caños viejos de la red, para la instalación de válvulas que permitan cortar el servicio sólo por sectores.

Sin embargo, lo que parecía ser una tarea simple terminó traduciéndose en un fuerte dolor de cabeza para los vecinos del barrio ya que el servicio no volvió y los problemas comenzaron a hacerse visibles. Una vecina perjudicada indicó que «como aquí los cortes son frecuentes pensamos que el mismo

viernes el agua volvía, pero no fue así. El sábado ya no pudimos bañarnos, no pudimos lavar los platos y comenzamos a comprar agua mineral para las comidas. Pero esto se extendió más de la cuenta y no podemos lavar ropa, tampoco cocinar, por lo que la situación es realmente preocupante», sostuvo.

«Estamos muy nerviosos por lo que está ocurriendo ya que en vez de mejorar, la cosa empeora. El domingo las calles estaban inundadas con agua podrida, el olor era insoportable, y los tanques pueden estar contaminados», criticó la mujer.

Otro vecino indignado aseguró que «presentará un recurso de amparo ante las autoridades porque las negligencias en este trabajo exceden nuestra paciencia y el bienestar de nuestra salud».

Ante las denuncias realizadas por los vecinos afectados por los inconvenientes, ayer por la mañana se presentaron en el lugar miembros de la Dirección de Bromatología, y responsables de Medio Ambiente local para verificar si existió contaminación en el agua o no.

La directora de Medio Ambiente, Laura Juárez, señaló que estuvieron en el lugar a raíz de las denuncias de los vecinos. «Tomamos muestras del agua que fluye de las canillas, y de los tanques que serán sometidos a los respectivos análisis».


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