Pasión femenina detrás de la cámara
Un pre-estreno nacional a "escala más humana" es el que hoy tendrá en Roca la película de Cristina Fasulino "El sur de una pasión". Su directora habló con "Río Negro" sobre su filme.
Hoy se pre- estrena en el cine Paradiso de Roca, a las 19, «El sur de una pasión» de la directora Cristina Fasulino, una de las jóvenes cineastas argentinas, que eligió el Valle debido a su colaboradora Fabiana Pucci, oriunda de Roca y porque el filme será estrenado en Buenos Aires en febrero y la premura hizo presentarla en el sur, aunque el «sur» de la película sea otro.
Fasulino no oculta su expectativa ante un público que no conoce.
Pero está acostumbrada a los desafíos. Como el hecho de plantear un melodrama opresivo en su primera película, después de haber transitado guiones, cosechar premios internacionales y convertir su amor al cine en imágenes a la medida de su sensibilidad.
Parece tan joven, aunque Cristina Fasulino ya tiene una hija de 10 años y una carrera por demás interesante en el mundo de los guiones y la literatura. Pero ahora lo suyo es llevar una pasión por el cine a la acción. Ahora es directora, cosa nada fácil, pero fascinante. No por nada el título de su ópera prima es «El sur de una pasión» con marco central de una conflictiva mudanza.
Ella por su parte se mudó de tareas y tomó la cámara debido a su carrera en el universo del guión. Cuando presentó el guión el suyo recibió el premio Hubert Bals Fund del festival de Rotterdam. Eso la decidió.
«Si uno no tiene una especie de estímulo, especialmente del exterior, encarar un proyecto de este tipo se hace muy difícil», asegura Fasulino al comentar que con muy poco capital, la ayuda de su socia Paula Grandío, la formación de la productora Mandrágora, e incluso equipos prestados, «El sur de una pasión» fue tomando forma, sumado el crédito del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales y la suerte de haber podido hacer la banda sonora en París.
«Fueron aportes de diferentes lados, como se puede hacer un proyecto en este país, donde uno no tiene un apoyo importante» agregó.
Ella viene del Instituto de Cine, donde cumplió los requisitos para una carrera de dirección, como rodar su corto de 35 mm «Comida para buitres» además de haber cursado Filosofía y Letras. Estos componentes básicos la embarcaron en los guiones. «Me dediqué siempre a escribir, hice adaptaciones de literatura universal y argentina y para mi fue muy enriquecedor haber trabajado tanto en diversos proyectos con Alejandro Doria. Cuando uno trabaja con él ya está pensando en la puesta de cámara y también en lo que es dirección, trabajar para video y televisión te abre un panorama de inmediatez, donde incluso podés ver tus propios errores y corregirlos sobre la marcha», señaló.
«Toda esta actividad me hizo aprender mucho para el proyecto que encaré luego: mi película».
Historia de una «pasión»
La directora señaló que en este proyecto suyo tuvo un rasgo de premura, de allí que decidiera pre-estrenar en Roca -donde nació su amiga Fabiana, que está en la producción- urgida por el tiempo y burocráticas disposiciones del Instituto. Le satisface que esta presentación sea «a escala más chica y más humana, como era nuestro proyecto». Luego lo hará en Buenos Aires, donde la plaza es más complicada y la prensa muy numerosa. Ella está contenta de que esta trama suya tenga como jueces a los espectadores del interior, es un pálpito previo de lo que luego puede darse en Capital.
La película entonces basa su historia en «el sur de Buenos Aires, tiene que ver con una mudanza de un padre y su hija en un marco de decadencia económica que determina mucho. La protagonista es Susan, y la historia se basa en una extraña pasión que tiene con su padre, un tanguero decadente. Sobre esa relación se teje el argumento, la separación una búsqueda de trascendencia, de salir de un medio opresivo, incluso traicionando. Se plantea la figura de una antiheroína, bastante diferente de los personajes comunes al cine argentino. Es un personaje complicado, una criatura a lo Arlt, una literatura con la que me identifico», explica Cristina, quien asimiló enseñanzas y climas también de sus admirados Sartre y Genet y de toda una camada de transgresores del cine que la influencia, como Fassbinder, especialmente, o el mismo Polansky. Será por ese cóctel, por lo menos explosivo, que parece imprimirle a su estilo una descarnada visión. «Hay un criterio de distanciamiento, no es una película realista, ni naturalista, ni costumbrista como las típicas argentinas».
Notables actores en un cine de autor
El filme «El sur de una pasión» obtuvo el premio Fonds Sud Cinema para la post producción del Ministerio de Cultura y la Comunicación del Ministerio de Realizaciones Extranjeras de Francia. Participó con originales halagos en diversos festivales, en el de Portobello (Londres) obtuvo el premio mejor actriz para la protagonista Analía Couceyro, estuvo en el Hong Kong Internacional Film donde la directora tuvo especial recepción, el Festival de Tres Continentes de Nantes, Festival de Río o el peculiar Films de Femmes de Cretéil, Francia, entre otros.
En realidad esta trayectoria supone una apreciación previa de una obra, que, además, contó con actores muy interesantes, una labor de equipo fructífera, aún teniendo el previo aviso de que la plata era poca. Pero son actores y profesionales que valoraron un guión de autor sensible y original. Analía Couceyro, Gabriel Molinelli, Isis Krüger, Ingrid Pelicori y Rubén Szuchmacher, Gabriel Correa y Gabriel Levy, Pablo Carnaghi, entre otros, colaboraron con este proyecto. Gabriel Ferreyra hizo la música, y sus temas ya integran un CD de música del cine argentino editado en París.
Cristina Fasulino habla de todos como de un team que se las juega. Como ella, que ya tuvo premio en Rotterdam para su próximo proyecto, «El tajo del doctor Vidal». Mientras madura sus nervios actuales, señala que «no hay público para tanto cine argentino». Está consciente de las listas de espera para filmar, pero ella no se amilana.
Julio Pagani
Hoy se pre- estrena en el cine Paradiso de Roca, a las 19, "El sur de una pasión" de la directora Cristina Fasulino, una de las jóvenes cineastas argentinas, que eligió el Valle debido a su colaboradora Fabiana Pucci, oriunda de Roca y porque el filme será estrenado en Buenos Aires en febrero y la premura hizo presentarla en el sur, aunque el "sur" de la película sea otro.
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