Patio de comidas exhibe un año de metas logradas 2-4-03
Además del patio de comidas, han emprendido la fabricación de pastas y helados para ampliar horizontes. ROCA (AR).- Se asociaron en plena escalada inflacionaria, con el país sumido en la incertidumbre y el avance implacable de la desocupación. Sabían que no sería fácil, pero tenían un objetivo claro que cumplieron con creces: mantener la fuente de trabajo y salir adelante entre todos. El 1 de abril del año pasado, 17 ex-empleados del patio de comidas del supermercado Kimar se asociaron y formaron la cooperativa Quilla Hué, para hacerse cargo del local, incluyendo la parte administrativa y financiera. Hoy, a un año de comenzar el emprendimiento, pueden festejar con la satisfacción de haber superado los objetivos. Consolidaron el patio de comidas, que tiene una clientela fiel y creciente, y lograron desarrollar proyectos como la fábrica de pastas y la de helados, que comienzan a mostrar un crecimiento lento pero sostenido. «La situación aún es difícil. Nos fijamos pequeños objetivos para el primer año, que pudieron ser cumplidos. El día que empezamos, lo primordial era mantener la fuente de empleo, estar ocupados, salir adelante entre todos. Fue un proceso duro y sacrificado, un aprendizaje con una transición difícil. Lo impensable de esto fue hacer funcionar un negocio sin capital, y pudimos hacerlo. El 1 de abril de 2002 no teníamos una moneda para conseguir la materia prima o arreglar alguna maquinaria que estaba rota. Fue muy sacrificado y va a seguir siéndolo, pero sabemos que vamos por el buen camino», señaló Alberto Pasín, presidente de la cooperativa de trabajo, que cuenta con un Consejo de Administración formado por ocho socios. Algunos se fueron y otros ingresaron, pero se mantuvo el equipo de 16 socios que, tras obtener el visto bueno de la empresa, lograron sortear la enorme dificultad que les depararon los primeros meses y consolidar su emprendimiento. Al ser una cooperativa, no existe la figura del «sueldo», sino que realizan un retiro a cuenta de utilidades en forma mensual. Diversificación Además del patio de comidas, lograron imponer como marca propia la fábrica de pastas «Doña Flor», que empezó en octubre del año pasado y hoy distribuye la mercadería a supermercados y comercios de Roca, Villa Regina y Allen, con la posibilidad concreta de abrir el juego en Neuquén. Como si fuera poco, la fábrica de helados también marcha a buen ritmo. «La cooperativa sigue funcionando a base de trabajo y sacrificio. No tenemos acceso a créditos, necesitamos vehículos y otras maquinarias, objetivos a mediano plazo que iremos cumpliendo de a poco. Con el patio hemos crecido, fruto en buena parte del apoyo de la comunidad, que nos ayuda mucho. Estamos muy agradecidos, sentimos el apoyo de clientes y proveedores», aseguró Pasín. Contentos y esperanzados, los socios de la cooperativa Quilla Hué encaran su segundo año con expectativas y la convicción de apostar al esfuerzo diario a través de la solidaridad y el tesón.
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