Peligra la venta de corderos en Bariloche para las Fiestas
La parálisis de Arroyo deja trunco el plan del pequeño matarife que permitía comercializar corderos y chivos de la Región Sur en el mercado comunitario.
CRISIS DEL FRIGORÍFICO
El programa municipal destinado a facilitar la comercialización en Bariloche de los corderos y chivos producidos en la zona rural quedará trunco este año si se mantiene la parálisis del frigorífico Arroyo.
Además de la incertidumbre que generó entre sus empleados -quienes anunciaron para este martes una nueva marcha-, el cierre de la empresa ocurrido hace ya tres meses empezó a perjudicar también a los pequeños productores ganaderos, que esperan las fiestas de fin de año para vender su acotada producción en el mercado barilochense.
En los últimos dos años el municipio firmó sendos convenios con Arroyo bajo la figura del “pequeño matarife”, por el cual la firma local faenó los corderos y chivos en forma gratuita y en compensación se quedó con los cueros y las vísceras.
En diciembre de 2014 fueron vendidos bajo esa modalidad 300 animales en el mercado municipal, donde se formaron largas colas de interesados. En aquel caso se beneficiaron productores de Comallo, Pilcaniyeu, Pilquiniyeu del Limay y Laguna Blanca.
El concejal Leandro Lescano dijo que este año todo estaba listo para ofrecer un volumen mayor, pero admitió que si el frigorífico no se reactiva será imposible implementarlo.
Los pequeños ganaderos expresaron su preocupación por la caída el programa. Para el Día de la Madre algunos faenaron corderos en Jacobacci y los trajeron a Bariloche, pero con distancias más largas y transporte refrigerado, que encarece los costos. Además, el matadero de aquella localidad les cobra un canon por res.
Agueda Andersen, coordinadora del foro de concejales de la región, explicó que el programa dispuesto hace dos años por ordenanza apunta a “visibilizar al productor” y darle la posibilidad de salir de la informalidad, mediante la venta de sus animales en condiciones sanitarias seguras.
Dijo que fue valorada como “una buena propuesta” para los pobladores de la Línea Sur que dependen de la ganadería de subsistencia y que perderían una fuente de ingresos clave.
DeBariloche
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