«Pena natural» para un ladrón que quedó parapléjico

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El fiscal Carlos López pidió la declaración de responsabilidad y la eximición de pena para un delincuente que recibió un disparo en la columna vertebral y otro en un pulmón, al enfrentarse con varios policías después de un asalto.

A raíz de esa lesión el malviviente quedó parapléjico y con serios trastornos orgánicos, circunstancias que fueron atendidas por el fiscal para solicitar a los jueces que contemplen la aplicación de la «pena natural», un elemento doctrinario que no está tipificado en el Código Penal, pero la Cámara Segunda ya la aplicó en otra oportunidad.

El imputado tenía 17 años cuando participó en el asalto y los jueces sólo pueden declararlo responsable, pero tanto la eventual pena que puedan imponerle luego como el tratamiento tutelar que pudiera corresponderle, a juicio del fiscal serían ficticios, porque el joven no puede hablar y se moviliza en una silla de ruedas.

«Seríamos desalmados si le impusiéramos una pena de prisión en esas condiciones, sobre todo conociendo las características lamentables de la alcaidía local», argumentó el fiscal López en su alegato.

El hecho que debatieron los jueces comenzó a desarrollarse las 10.45 del 7 de noviembre de 2000, cuando el imputado junto a un cómplice ingresaron al local de repuestos «Lucas», ubicado en Santa Cruz y Elordi, y amenazaron con sus armas al propietario, a sus empleados y a cuatro clientes que lo acompañaban.

Mientras su compinche mantenía en el suelo a los clientes, amenazándolos con una escopeta de cañón recortado, el menor golpeó brutalmente al propietario del comercio, Constantino Rodríguez, en el cuerpo y la cabeza, pese a que el comerciante ya le había entregado los 400 pesos de la caja, un cheque de 300 pesos que acababa de recibir, y el dinero que tenía en sus bolsillos.

Un motociclista que observó la situación le avisó a los patrulleros que los asaltantes se escapaban en un taxi junto al chofer y un tercer individuo, y poco después un móvil policial alcanzó al auto de alquiler, pero el imputado disparó contra los uniformados desde la puerta trasera del taxi y los obligó a tomar distancia.

Esa distancia permitió que dos sospechosos y el taxista escaparan a pie, pero el imputado se parapetó detrás de un poste de teléfonos y se batió a tiros contra varios policías, hasta que recibió dos balazos en el cuerpo y se desplomó.

Luego del suceso el delincuente permaneció varias semanas en estado gravísimo, porque uno de los proyectiles le había inutilizado un riñón y debieron extirpárselo, y otra bala le perforó el pulmón izquierdo, y sobrevivió gracias al auxilio de un respirador mecánico. Ahora permanece postrado en una silla de ruedas, y respira gracias a una traqueotomía.

El imputado, conocido como «El Loro», ya había sido declarado responsable por una tentativa de homicidio y cumplía el tratamiento tutelar en «El Maruchito» de Roca.

Unos días antes del asalto había sido trasladado a Bariloche para responder en otra de las causas que le imputan, pero al llegar a la Terminal de micros eludió la custodia del operador que lo acompañaba y se escapó.

La «pena natural» fue aplicada por primera vez en noviembre del año pasado por la Cámara Segunda del Crimen, a un delincuente que se descolgó de un cuarto piso para escapar de la policía y resultó con importantes politraumatismos de cráneo, fractura expuesta de fémur, de radio, cúbito y muñeca, entre otras lesiones.

Al verlo tullido, el juez César Lanfranchi valoró el serio compromiso en la motricidad del ladrón y la consideró como «una aflicción sancionatoria con su correlativo mensaje correctivo y de prevención individual».