Penas más duras para los dueños de perros peligrosos

Las analiza el Concejo neuquino en un proyecto que regula la tenencia.

NEUQUEN (AN).- El ataque de un Pit Bull Terrier a su dueña ocurrido el martes pasado en esta capital, reflotó el debate en torno a la regulación de la tenencia de animales potencialmente peligrosos, cuyos propietarios podrían recibir duras penas si sus mascotas atacaran a seres humanos. Ese es uno de los aspectos más destacados del proyecto de ordenanza que discuten los concejales neuquinos desde agosto pasado, cuya sanción definitiva está demorada. Por otra parte, los ediles también discutirán la reglamentación de aquellos establecimientos destinados a la cría, adiestramiento y comercialización de animales.

El caso «Gringo» fue el último de varios hechos que pusieron al descubierto el peligro que representa la tenencia de ciertos perros que por su raza o características físicas son proclives al ataque contra personas. Sin embargo, este punto despierta una importante polémica en torno al control canino, ya que hay argumentos que consideran que la peligrosidad no debe establecerse en función de la raza.

Uno de los defensores de esta postura es Juan Carlos Roca, subsecretario de Gestión Ambiental del municipio, quien cree que el endurecimiento de penas en caso de ataques a personas «deben ser para gente que tiene no solamente razas peligrosas, ya que hay muchos perros que son cruza y presentan la misma agresividad». Este planteo está incluido en el proyecto para reformular la ordenanza Nº 9.476, la cual también contempla la delimitación de los lugares permitidos para la circulación de animales peligrosos y las medidas de seguridad que los propietarios deben establecer para reducir el riesgo de los ataques. Entre estas medidas está la obliga

ción de contraer un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros que puedan ser causados por los animales.

El funcionario municipal cree que el proyecto de reformulación «brinda un marco más amplio y coherente con las normativas vigentes» y remarcó la importancia de su sanción al nombrar situaciones de irregularidad en el control canino. «El 80 por ciento de de la gente tiene sus animales en la calle y no pone reparos en las posibles agresiones que se pueden dar en la vía pública», agregó. Asimismo, Roca manifestó la necesidad de un nuevo marco legal para agilizar los trámites por ataques a personas denunciados ante el Tribunal de Faltas.

«Río Negro» consultó por este tema a Héctor Rebolledo, pro secretario del tribunal, quien manifestó que las multas aplicadas a propietarios por la conducta violenta de sus mascotas van de 500 a 5000 pesos . El funcionario agregó que el tribunal actúa sólo en caso de ataques en la vía pública, por lo que casos como el de «Gringo» -que mordió a su dueña en el patio de su propia casa- no están dentro de su competencia. Luego de constatar la agresión, las medidas adoptadas por el tribunal consisten en el envío de los animales a la dirección de Zoonosis para su control y revisión. En caso de no detectar anomalías, los perros son restituidos a sus dueños.

Ese es el camino que seguiría «Gringo», un cachorro Pit Bull que el martes pasado le causó heridas graves a Lila Velázquez (59) y que ahora está bajo observación en la dirección de Zoonosis. El hijo de la mujer atacada, David Velázquez, fue quien compró el animal y manifestó que espera la entrega de su mascota para llevársela a casa de otro pariente. Sin embargo, la víctima de las potentes mordeduras del perro declaró que quiere que lo sacrifiquen.


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