Perfecto aterrizaje de emergencia en la Ruta 237
El descenso fue en una recta cuando nadie circulaba.
Alfredo Leiva
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Rodolfo Schmitd y Raúl Durán percibieron un olor extraño en la cabina de la avioneta que piloteaban. Faltaban unos quince minutos para llegar a Bariloche y el vuelo desde General Alvear, Mendoza, había transcurrido con normalidad.
Luego, el olor se hizo más intenso y el sistema eléctrico comenzó a fallar. El aeropuerto de esta ciudad estaba a la vista desde el aire, pero el tránsito que había impedía un aterrizaje inmediato.
Los amigos comprendieron que sólo quedaba una opción. Rodolfo piloteaba la aeronave y observó la Ruta Nacional 237. Miró a su copiloto, quien avaló la idea.
El piloto esperó que pasaran tres vehículos y cuando observó que la ruta estaba despejaba descendió. Fue un aterrizaje perfecto. La avioneta aterrizó ayer a las 12.30 a la altura del kilómetro 1626 de la Ruta Nacional 237 (ex 40) a unos 25 kilómetros de Bariloche.
La maniobra se hizo en una recta prolongada. La avioneta carreteó varios metros y luego Rodolfo y Raúl la corrieron hacia la banquina.
Los automovilistas y camioneros que circulaban por el lugar miraban sorprendidos la escena. Por fortuna, el motor nunca se apagó, destacaron los protagonistas.
Minutos después, arribaron integrantes del Aeroclub Bariloche para asistirlos. Personal del destacamento Nahuel Huapi de la Policía de Neuquén concurrió al lugar para colaborar con el tránsito vehicular.
También efectivos de Gendarmería Nacional estuvieron en el procedimiento. Ambos pusieron a prueba ayer sobre la Ruta Nacional 237 más de diez años de experiencia como pilotos privados.
Relataron a “Río Negro” que habían salido a las 9.10 desde el Aeroclub de General Alvear. El vuelo iba a durar tres horas y media hasta Bariloche, donde tenían que pasar a buscar a Gonzalo Osores Soler.
Los tres tenían previsto volar hacia Pucón, en Chile, para un encuentro internacional de aeroclubes. (Ver nota inferior)
Rodolfo contó a “Río Negro” que cuando llevaban tres horas y veinte minutos comenzaron los problemas. La avioneta empezó a levantar temperatura y de pronto la parte eléctrica se cortó. Por fortuna, el motor siguió en funcionamiento. Y aún había suficiente combustible.
Explicaron que el problema fue la batería que era nueva. De hecho, Rodolfo aseguró que la habían colocado para este vuelo. “Pasaron tres vehículos que iban como yendo hacia Neuquén, vimos la ruta libre y nos mandamos”, dijo el piloto.
“Fue un toque perfecto”, apuntó el copiloto. Raúl explicó que la situación se hubiese complicado si no había una ruta cerca porque es una zona de montañas donde casi no hay espacios sin declives. Una vez que pisaron tierra firme, recibieron la ayuda de un mecánico, quien cambió la batería y así pudieron remontar vuelo hasta aterrizar en la pista del Aeroclub Bariloche. Allí, los amigos pudieron relajarse y preparar el próximo vuelo. Aún tienen muchas horas por compartir en el aire.
Del Aeroclub de Bariloche llegaron el auxilio y la batería nueva. Policía neuquina y Gendarmería colaboraron en el operativo.
Ya reparado, el avión despega en la ruta.
RÍO NEGRO
Alfredo Leiva
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