Perpetua para el «Caníbal»
Armin Meiwe fue condenado a cadena perpetua por un tribunal de Francfort.
El informático alemán Armin Meiwes, más conocido como el «Caníbal de Rotemburgo», fue condenado a cadena perpetua por asesinato después de haber matado, descuartizado y haberse comido gran parte de los órganos de otro hombre. El juicio en el Tribunal Regional de Francfort fue el segundo que se celebra contra Meiwes, de 44 años, por el crimen cometido en marzo de 2001 y que ha dado pie a uno de los procesos judiciales más espectaculares de las últimas décadas en Alemania. Una primera condena de 2003 a ocho años y medio de prisión por homicidio había sido anulada por la Corte Federal, al considerar que no se habían tomado en cuenta algunos factores que hubieran justificado una condena por asesinato y con ello la cadena perpetua.
Meiwes y su presa, un ingeniero berlinés de prácticamente su misma edad, se habían conocido a través de internet, en un foro especializado en canibalismo. Según el condenado, la víctima lo visitó voluntariamente en su casa de Rotemburgo, en el sur del país, dispuesto a ser comido y vivía obsesionado con ser castrado. En un sangriento acto de cuatro horas de duración que grabó en video, el alemán le cortó primero el pene a la víctima y luego ambos trataron de comérselo juntos, acompañándolo de vino tinto chileno.
Más tarde, cuando el fallecido se encontraba ya inconsciente, l pegó un corte en el cuello y lo descuartizó. Se calcula que Meiwes llegó a comerse en días sucesivos hasta 20 kilos de carne humana. Según el tribunal de Francfort, Meiwes actuó para satisfacer sus deseos sexuales. En el proceso, dos psiquiatras atestaron en el condenado una alteración psíquica grave, pero consideraron que era completamente imputable por sus actos ya que ésta no afecta ni a su entendimiento ni a su voluntad.
Por ello, los jueces no tuvieron la posibilidad de ordenar su ingreso en un recinto psiquiátrico. La defensa del caníbal pedía que se le condenara por un delito de asistencia al suicidio, algo similar a la eutanasia, para lo que corresponde una pena máxima de cinco años.
Antes de la lectura de la sentencia, los abogados de Meiwes anunciaron que en el caso de producirse una condena por asesinato recurrían la decisión ante la Corte Federal. El juez Klaus Drescher consideró que Meiwes no disfrutó al matarlo, pero tuvo que hacerlo porque quería «descuartizar y comerse la carne» de su víctima. Según el magistrado, Meiwes era un fetichista de la «carne de hombre joven» y decidió grabar la escena en video para poder refrescar en su memoria los recuerdos de satisfacción sexual.
Al leer la sentencia, Drescher afirmó que el hecho de que el ingeniero Bernd B. accediera voluntariamente a la muerte justifica el hecho de que no se le condenara por asesinato con agravante.
De haber sido así, Meiwes no podría optar a la libertad condicional después de 15 años entre rejas. De todas maneras, el juez precisó que ello no implica que Meiwes vaya a salir automáticamente en libertad condicional cuando venza el plazo. Para ello, un estudio legal deberá constatar que no existe el peligro de que el condenado reincida en el crimen. Sin embargo, durante el juicio, Meiwes había asegurado que siente deseos de volver a comer carne humana. El tribunal rechazó condenar al caníbal por asistencia al suicidio, como exigía la defensa.
Según Drescher, para ello el elemento central tendría que haber sido el deseo de morir de la víctima. Sin embargo, dicha posibilidad quedó anulada en vista de que Meiwes mató al ingeniero para satisfacer sus propios deseos sexuales.
«Se trató de una muerte premeditada», afirmó el magistrado, quien consideró además que el crimen llevado a cabo por Meiwes implica otro segundo delito, el de la violación de la paz mortuoria. Según el juez, Meiwes se equivoca cuando se defiende afirmando que el canibalismo no está contemplado como delito en el Código Penal. «No está especificado como tal, pero implica una violación de la paz mortuoria, pues al comerse a un ser humano se le equipara a un animal de granja», añadió. (DPA)
El informático alemán Armin Meiwes, más conocido como el "Caníbal de Rotemburgo", fue condenado a cadena perpetua por asesinato después de haber matado, descuartizado y haberse comido gran parte de los órganos de otro hombre. El juicio en el Tribunal Regional de Francfort fue el segundo que se celebra contra Meiwes, de 44 años, por el crimen cometido en marzo de 2001 y que ha dado pie a uno de los procesos judiciales más espectaculares de las últimas décadas en Alemania. Una primera condena de 2003 a ocho años y medio de prisión por homicidio había sido anulada por la Corte Federal, al considerar que no se habían tomado en cuenta algunos factores que hubieran justificado una condena por asesinato y con ello la cadena perpetua.
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