Pesca en el golfo San Matías fuera de control
En el 2010 se realizó el último monitoreo, denuncian los expertos.
RÍO NEGRO
SAN ANTONIO OESTE (ASA).- En un mundo que está cambiando las políticas de manejo pesquero, Río Negro sigue desaprovechando las potencialidades con las que cuenta el golfo San Matías, que podría convertirse en un gran generador de empleo.
Uno de los puntos fuertes de la zona, en comparación con otros destinos, es que los stocks de cada variedad que se captura son propios. Esto permite instrumentar reglas para su extracción sin tener que depender del acuerdo con otras jurisdicciones.
Al mismo tiempo una de las grandes debilidades es el descarte, que representaría el 25% de lo que se captura y que se podría utilizar para crear puestos de trabajo. Al mismo tiempo reduciría el impacto ecológico.
Estos extremos quedaron al descubierto durante la charla del biólogo extranjero Martín Holl y del diálogo con el investigador local del Conicet, Raúl González.
El especialista también dijo que las reglamentaciones vigentes no se cumplen, y desde hace años en la zona no se efectúan monitoreos científicos que aporten datos para el ordenamiento y optimización de la actividad.
“Actualmente hay un vacío total de información”, dijo González. “De 2003 a 2010 hubo ocho años de monitoreo, pero luego se cortaron. No hemos podido subir observadores a los barcos para contar con información. Le presentamos un proyecto a la Provincia pero nunca nos contestaron nada. La última campaña fue en 2009 y hace siete años que no se hace nada. Tenemos que tener datos de la realidad, muestreos de observadores y los recursos para obtener eso los tiene que facilitar el Estado, porque la ley lo manda. Que no se haga es incumplimiento de funcionario público”, agregó.
González, biólogo marino, integra la sede local de la UNC, es investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet) y durante años se desempeñó como director del Instituto de Biología Marina y Pesquera Almirante Storni (Ibmpas).
Comparación con el atún
Un panorama distinto se vive en el exterior. Lo cuenta Martín Holl, el biólogo convocado para disertar en la universidad, que trabaja en San Diego, California, en la organización internacional llamada “Comisión Interamericana del Atún Tropical” (CIAT).
Este organismo está integrado por 20 países y provee el apoyo científico para el manejo de la especie en el Océano Pacífico oriental.
“Con el atún sucede que es altamente migratorio, ningún país tiene ‘todo’ el recurso. Entonces la legislación plantea una especie de mandato para hacer manejos de índole internacional”, explicó.
Holl señaló que “sería muy fácil para cada destino decir ‘yo pesco lo que quiero’. Pero, si fuera así, el país que tiene todos los juveniles no dejaría nada para nadie”. Por ese motivo “nosotros tenemos que programar que se recojan datos en las regiones atuneras del Pacífico oriental para decir cuál es la cantidad de atún que se puede producir de manera sostenible, ayudar a establecer cuotas de pesca y crear programas para reducir el impacto ecológico en las capturas incidentales de distintas especies, como los delfines y las tortugas marinas”.
“Para hacerlo colectamos información de los puertos y ponemos observadores en los barcos” dijo Holl.
Lejos de afectar la productividad, estas acciones la potencian.
Según el experto “tratamos de trabajar con las flotas pesqueras sin interferir con la producción. La idea es poder hacer el cambio hacia una pesca sostenible sin generar pobreza, desempleo ni baja productividad. Y en general se ha podido ver que con buena voluntad hay un montón de innovación” apuntó el biólogo.
Martín Brunella
RÍO NEGRO
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