Pese a los reclamos, ratifican la fecha de elecciones

Los comicios para decidir las nuevas autoridades serían el 30 de enero.

La comisión electoral decidió mantener para el 30 de enero, tal como estaba previsto, los comicios generales en Irak, tras descartar una petición de aplazamiento formulada por varios partidos iraquíes.

Pero la violencia generalizada invocada por los 17 partidos y organizaciones para justificar esa postergación volvió a dejar muertos ayer, mientras continuaban las ofensivas militares contra las regiones rebeldes para restablecer el orden antes de los comicios.

«De ningún modo vamos a aplazar las elecciones», declaró el presidente de la comisión electoral, Abdel Hussin Al-Hindaui. «En lo que nos concierne, las elecciones se realizarán en la fecha prevista por la ley fundamental», indicó.

La constitución interina iraquí, adoptada en marzo, estipula que las elecciones deben realizarse antes del 1 de febrero de 2005. «Teóricamente, las elecciones no pueden ser postergadas, salvo que se produzca una catástrofe política», dijo Hindaui.

El responsable explicó que incluso el derrocado presidente Saddam Hussein tiene derecho a votar, aunque estimó como nula tal posibilidad.

El viernes, diez partidos políticos, entre ellos el Acuerdo Nacional del primer ministro Iyad Alaui, y siete movimientos de la sociedad civil pidieron aplazar seis meses la realización de las primeras elecciones desde la caída del régimen de Saddam Hussein en abril de 2003.

Los partidos y los movimientos invocaron la inseguridad y la falta de preparativos. «Si se rechaza el aplazamiento, eso no significa que todos los partidos que formularon el pedido boicotearán» las elecciones, explicó Adnán Pachachi, jefe de la Unión de Demócratas Independientes, uno de los firmantes de la petición, que también fue rechazada por los jefes religiosos de la comunidad chiíta (mayoritaria en Irak).

«La Marjaiya (los grandes jefes religiosos chiítas de Nayaf) estima que una postergación de las elecciones sería inaceptable», declaró un portavoz, Mohammad Hussein al-Hakim.

En tanto, el embajador de Estados Unidos en Irak, John Negroponte, afirmó que la situación de seguridad no debería impedir la realización de elecciones generales en la fecha prevista. «Creemos que habrá una seguridad adecuada para que las elecciones se realicen el 30 de enero», indicó Negroponte en una sorpresiva visita a la ciudad de Falluja (50 km al oeste de Bagdad), cuyo control recuperaron hace poco las tropas estadounidenses e iraquíes tras una gran ofensiva.

El gobierno interino de Alaui también está decidido a realizar las elecciones en la fecha prevista y el primer ministro viajará a Ammán para reunirse con opositores en el exilio, declaró el portavoz del gobierno Thaer al-Nakib.

Mientras tanto, al sur de Bagdad, continuaba la operación lanzada por la Fuerza Multinacional (FM) y las tropas iraquíes contra los rebeldes. La FM efectuó varios ataques en la zona conocida como el «triángulo de la muerte», especialmente en Latifiyá y Mahmudiyá, y detuvo a nueve personas.

Los periodistas franceses Christian Chesnot y George Malbrunot fueron secuestrados en esta región hace 100 días cuando se dirigían hacia Nayaf.

 

(AFP/DPA)

Piden ayuda a Irán para vigilar a terroristas

Uno de los vicepresidentes interinos de Irak informó ayer a las autoridades iraníes sobre la actual insurgencia en su país, y pidió al gobierno de Teherán ayuda para controlar la infiltración de terroristas, dijo su asesor.

El vicepresidente Ibrahim al-Jaafari se reunió con el presidente de Irán Mohamad Jatami días antes de que Irán sea huésped de una conferencia regional de ministros del interior de estados vecinos de Irak, además de Egipto.

«Al-Jaafari presentó al presidente Jatami un detallado informe acerca de los problemas de seguridad en Irak y le explicó cómo los insurgentes, luego de la lucha en Faluya, estaban cambiando sus tácticas de una fase militar a otra política para socavar las próximas elecciones'', dijo Javad Taleb, asesor de al-Jaafari.

Según Taleb, al-Jaafari le dijo al presidente iraní que Irak desea que la conferencia de ministros en Teherán ayude a sofocar la insurgencia para que puedan realizarse en paz las primeras elecciones democráticas tras el derrocamiento de Saddam Hussein.

«Irak necesita ayuda de sus vecinos en materia de seguridad. Y espera que sus vecinos, durante la conferencia de Teherán, ofrezcan adecuadas promesas para controlar toda infiltración a través de sus fronteras'', dijo al-Jaafari a Jatami, según informó Taleb.

El gobierno de Washington ha acusado a Teherán de interferir en los asuntos internos de Irak y de enviar dinero y agentes para fomentar la insurgencia en el país árabe. Irán ha negado esas acusaciones, aunque no descartó la posibilidad de que algunas personas se hayan infiltrado en Irak de manera ilegal.


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