Pesimismo en el “maratón de paz” en Medio Oriente
Israelíes y palestinos comenzaban anoche la ronda de negociaciones para llegar a un acuerdo de paz, en medio de condicionamientos de parte de Ehud Barak y nuevas quejas de Arafat.
Taba/El Cairo (dpa-EFE).- Israelíes y palestinos iniciaron ayer en el balneario egipcio de Taba una nueva ronda de negociaciones, en un desesperado intento por alcanzar un tratado de paz duradero antes de las elecciones del 6 de febrero en Israel, de las que podría surgir un gobierno de línea dura.
La ronda de negociaciones intensivas fue propuesta por el líder palestino, Yasser Arafat, la semana pasada, y comenzó con mal pie después de que el primer ministro israelí instara a sus negociadores a no salirse de los márgenes previstos en el último plan de paz del ex presidente de EEUU Bill Clinton.
Tras conocer esas instrucciones, la delegación palestina expresó su indignación y consideró que de esta forma Barak no deja ningún margen de maniobra para alcanzar un tratado de paz.
En un principio se ha establecido un marco de tiempo de diez días para las conversaciones. La delegación israelí está encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores, Shlomo Ben Ami, y la palestina por el presidente del Parlamento, Ahmed Qrei (Abu Ala).
La reunión de anoche tenía el objetivo de confeccionar la agenda de la negociaciones. El lugar de reunión es el Hotel Hilton de Taba, que debido a su localización aislada y a la vez cercana de la frontera entre Israel y Egipto fue con frecuencia escenario de conversaciones entre ambas partes.
Funcionarios israelíes informaron que van a evaluar las negociaciones el miércoles, antes de decidir si continuarán las conversaciones o las pospondrán hasta después de las elecciones.
El encuentro de Taba fue precedido por otro cerca de Ramallah entre responsables de seguridad palestinos e israelíes, que discutieron la manera de reducir aún más la violencia palestino- israelí. Sin embargo, aunque la violencia haya decrecido, el optimismo respecto a un acuerdo entre palestinos e israelíes no ha logrado aumentar.
Los temas más conflictivos continúan siendo el destino de cerca de cuatro millones de refugiados palestinos, y en especial su derecho a regresar a territorios ahora israelíes, así como el control sobre las sitios sagrados en Jerusalén.
Barak dijo ayer a la Radio del Ejército que hay pocas probabilidades de que las conversaciones tengan éxito. “En el poco tiempo que queda, con las diferencias que hay, la posibilidad de salvarlas no es grande”, explicó.
Por su parte, Ahmed Qrei (Abu Ala), dijo a la radio Voz de Palestina: “Podemos alcanzar un acuerdo inmediatamente si Israel acepta implementar las resoluciones internacionales”.
Pero durante su reunión semanal, el gabinete israelí volvió a recordar ayer las “líneas rojas” que sus negociadores no traspasarán en las conversaciones y que en el pasado ya provocaron el estancamiento de las negociaciones.
El gabinete decidió que Israel no permitirá el retorno de los refugiados palestinos a sus antiguas casas en territorio israelí, que no entregará la soberanía sobre el Monte del Templo o al Haram al Sharif a los palestinos y que insistirá en que el 80% de los colonos judíos que residen en territorio ocupado permanezcan bajo mandato israelí.
Por otro lado, las conversaciones ha generado también un frente de protesta contra Barak por negociar un acuerdo de paz cuando la campaña electoral en Israel llega a su apogeo, y mientras tiene una desventaja de 18 puntos respecto al candidato nacionalista, Ariel Sharon.
Sharon ya anunció que rechaza las negociaciones de Taba y advirtió que no reconocerá los resultados
Taba/El Cairo (dpa-EFE).- Israelíes y palestinos iniciaron ayer en el balneario egipcio de Taba una nueva ronda de negociaciones, en un desesperado intento por alcanzar un tratado de paz duradero antes de las elecciones del 6 de febrero en Israel, de las que podría surgir un gobierno de línea dura.
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