Petrolera se va de Salta tras

La medida pone en aprietos al gobierno de Kirchner

SALTA.- El gerente de Recursos Humanos de Tecpetrol, José Güiraldes, ratificó ayer que «decidieron levantar la planta de Campo Durán, en Salta, ya que esas instalaciones sufren constantemente el ataque de los denominados piqueteros».

La medida pone en aprietos al gobierno de Kirchner, que, tras recibir en la Rosada a los grupos duros y blandos de piqueteros, no logra controlarlos ni evitar los hechos de violencia que generan.

Güiraldes dijo que la fábrica, que estuvo radicada allí por más de una década, «brindaba trabajo directo e indirecto a unas 1.200 personas» y advirtió que «ahora sufrirán las consecuencias de estos violentos ataques que sufrimos desde 1997».

El jueves último, unas 70 personas, entre ex empleados de YPF y piqueteros que cortaban la ruta nacional 34 a la altura de Campo Durán y General Mosconi en reclamo «del pago de la deuda estatal con los ex trabajadores», quemaron una oficina de Tecpetrol e intentaron tomar las plantas de otras dos empresas, lo que fue impedido por la Gendarmería.

Para hoy está prevista una reunión entre el ministro de Interior, Aníbal Fernández, y ex obreros de YPF en la Capital Federal.

Sin embargo, el vicepresidente de la Coordinadora de Ex Empleados de YPF, Máximo Rodríguez, anticipó que ningún dirigente de esa organización asistirá a esa reunión porque sería «avalar e institucionalizar el vandalismo».

Rodríguez dijo que los ex empleados de YPF en Salta en el departamento de San Martí son 3.500 y en toda la provincia son 5.000 por lo que «el minúsculo grupo de vándalos que actuaron el jueves en Mosconi no representan ni tienen la representación de los ex empleados de YPF».

(Télam y R. Central)

Castells: «Son prostitutas»

El dirigente de los desocupados Raúl Castells opinó ayer que los líderes piqueteros Luis D'Elía y Juan Carlos Alderete «son prostitutas», tras lo cual advirtió que el gobierno «se equivoca» al creer que todos son iguales a ellos dos, a quienes le pasan, dijo, un «sobre por debajo de la mesa» y se «bajan los calzones».

«En cada obsecuente se esconde un traidor -afirmó Castells-. Nosotros le planteamos al Presidente (Néstor Kirchner) poder dialogar, que entienda que no todos somos prostitutas, tipo de D'Elía y Alderete, que hay un montón de gente que tiene principios y dignidad», provocó ayer Castells. Días atrás, tras una movilización a Plaza de Mayo, Castells llamó a «tomar la Casa de Gobierno si no nos escuchan».


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