Pichetto: “Empieza a haber una base de reclamo social”

P – ¿Qué opina de las medidas del Gobierno sobre las tarifas de gas en la Patagonia?

R – No alcanza. Fue importante la reunión con los gobernadores, el diálogo, pero dejar afuera del tope de 400% a la actividad hotelera y los comercios en la Patagonia es muy complicado. Porque la temporada turística tiene dificultades. Villa La Angostura, Chapelco, El Cerro, Bariloche, va a tener una temporada invernal compleja, con altos costos en materia eléctrica y de gas, y el turismo brasileño afectado.

P – ¿Aún con los diferimientos?

R – Sí, porque eso es una forma de pago. Hay que seguir dialogando para que el Gobierno entienda lo que está en juego: los destinos turísticos de invierno de la Argentina. El impacto sobre toda la Patagonia se va a sentir muy fuerte.

P – El Gobierno dice que desde el 2001 no se aumentaba la tarifa.

R – Eso es cierto y nadie discute que había que recomponer la tarifa. Pero con gradualidad, en dos o tres años, e ir equilibrando los salarios. Estamos hablando de ajustes tarifarios de 1.200% de gas y sin incrementos de salarios, porque la mayoría de las paritarias no se llevaron adelante.

P – ¿Se le reconoce haber registrado el impacto del ajuste?

R – Lo que pasa es que las reacciones son siempre tardías. La toma de decisiones en el sector energético ha sido muy brutal, y genera que tengan que volver atrás. No es bueno en términos de la resolución política.

P – ¿Con el tema de la emergencia laboral el Gobierno reaccionó tarde también?

R – Sí. El debate comenzó mucho antes de la sanción de la ley. Al Gobierno se le avisó, las reuniones con las centrales gremiales fueron públicas, tuvo posibilidad de convocar a los sectores empresarios y sindicales, haber abierto un acuerdo por 120 días. Si hubiera habido un acuerdo económico-social y diálogo entre sindicalistas y el Gobierno, no habría habido ley.

P – ¿Esperaba más firmeza de los gremios ante el veto?

R – Veo que hay un panorama más sereno hoy y que los sindicatos han retomado un diálogo con el gobierno. Así como el Congreso puede poner un tema en debate y llevarlo adelante con una ley, el Ejecutivo tiene el instrumento del veto, está dentro del sistema de institucionalidad. Ahora, los efectos colaterales del veto los tiene que asumir el gobierno. El dato es que hay problemas de empleo. No es nuevo, vamos a ser honestos, viene de arrastre del período anterior.

P – ¿La situación es de no crecimiento o es de caída?

R – El mismo jefe de Gabinete dice que estamos en el peor momento. Los registros son de pérdida de empleo, pero no de una manera catastrófica como en 2001. Y aparece el miedo a perder el empleo. El gobierno dice que dentro de seis meses o un año la situación va a mejorar, esperemos que sea así. Me parece difícil que las mejoras se sientan a nivel de la gente en el segundo semestre. Es más para el año que viene y en la medida de que vengan inversiones.

P – ¿Vienen inversiones?

R – En la Patagonia no parece mucho. De todas maneras, las inversiones de la Argentina se dan en tres rubros: energía, minería y sector agropecuario. Pero hay problemas en el sector industrial, lo que son las Pymes, las generadoras de trabajo en los centros urbanos. Si está pauperizado el conurbano, se da un escenario de conflictividad social.

P – En las encuestas no parece que la gente esté enojada. ¿O sí?

R – Empieza a haber por lo menos una base de reclamo, que el gobierno tiene que escuchar. Que la gente no sale a la calle es verdad, pero que lo siente en el bolsillo también. Queda registrado en la baja de la compra en los supermercados. La clase media que votó a Macri indudablemente por ahora lo va a acompañar. Esperemos que como dice el gobierno, la economía mejore.

“La región va a tener una temporada invernal compleja, con altos costos en materia eléctrica y de gas, y el turismo brasileño afectado”.

“Hay que seguir dialogando para que el gobierno entienda lo que está en juego: los destinos turísticos de invierno de la Argentina”.

Miguel Ángel Pichetto,

jefe del bloque PJ-FpV en el Senado

Datos

“La región va a tener una temporada invernal compleja, con altos costos en materia eléctrica y de gas, y el turismo brasileño afectado”.
“Hay que seguir dialogando para que el gobierno entienda lo que está en juego: los destinos turísticos de invierno de la Argentina”.

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